Menuda sorpresa se llevaron los investigadores del Museo Drents, en los Países Bajos, al analizar esta estatua budista. El equipo de trabajo, mientras le realizaba una tomografía computarizada (TC) a la estatua, descubrió que en su interior se encontraban nada menos que los restos momificados de un monje budista. Erik Brujin, un experto en budismo, aseguró reconocer la identidad de la momia: el maestro budista Liu Quan, quien formaba parte de la Escuela China de Meditación. Este monje vivió cerca del año 1,100 d.C. Algunos budistas consideran que el monje se encontraba en un estado profundo de meditación.
Tras otro análisis TC y una endoscopia, realizada posteriormente, se reveló que los órganos internos del monje fueron reemplazados por rollos de papel, cubiertos de escritura china.
Jan van Esch / Meander Medisch Centrum
La momia se encuentra sentada en la posición del loto, por lo que encaja perfectamente con la postura de la misma estatua. Hay hipótesis de que Liu Quan pudo haberse momificado a sí mismo para convertirse en un «Buda viviente». El proceso de automomificación , un procedimiento muy riguroso y duro, se practicaba sobre todo en Japón. De los cientos de monjes que se enfrentaron a este terrible proceso, muy pocos lograron completarlo y pasar a ser venerados en los templos como a Buda. En la actualidad esta estatua se encuentra exhibida en el Museo de Historia Natural de Hungría.
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