La cariñosa y arrugada carita de Kathryn Thompson es bien conocida por todos los estudiantes de esta universidad americana. No es ninguna profesora, ni es la decana, ni tan siquiera bibliotecaria. Esta mujer es una simple trabajadora de la cafetería local, sin embargo en sus 10 años de servicio se ha ganado ampliamente el cariño de todos los jóvenes. Siempre dispuesta a escuchar a los chicos, ayudarles con algún consejo juicioso, a brindarles un buen café… Una hermosa noche, la bondadosa anciana y un par de jovencitas estudiantes entablaron una conversación. Las chicas se sorprendieron al enterarse de que, en toda su vida, Kathryn nunca había salido de su ciudad natal. También conocieron el sueño más anhelado de la anciana: resulta que la empleada de la cafetería estudiantil no deseaba otra cosa más que visitar Disney World con su familia y disfrutar de un hermoso día en ese lugar tan espectacular. Cualquiera se limitaría por inclinar compasivamente la cabeza y olvidarse al día siguiente de las confesiones de la anciana, pero lo que estas chicas resultaron ser, dista mucho de la palabra «cualquiera». La sopresa que le prepararon, ¡hizo saltar lágrimas de los ojos de la buena ancianita!
En un par de semanas, la universidad reunió para Kathryn Thompson cerca de 7 000 dólares, la cantidad más que suficiente para hacer realidad su sueño. Ahora la trabajadora de la cafetería podrá visitar el parque de atracciones y llevar a sus adorados nietos a disfrutar de todas las diversiones de Disney World. Sin embargo, el verdadero milagro fue creado por estas dos estudiantes que regalaron a la anciana un boleto a un cuento de hadas, y a nosotros — ¡la fe en la humanidad! Un pequeño gesto, que puede hacer feliz a los demás, a veces no requiere de tanto esfuerzo de tu parte. Comparte este artículo con tus amigos y ¡regálales un poquito de fe en los milagros y los deseos cumplidos!
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