Si echamos la mirada siglos atrás, o incluso pocas décadas, nadie va a poner en duda, que vivmos en una bendita época de la abundancia. Con la adquisición de bienes que se ha vuelto más fácil, nosotros, llevados por el indiscutible instinto paternal de dar lo mejor a nuestros pequeños, no pensamos demasiado a la hora de comprar a nuestros niños tantos y diversos juguetes. Lo curioso es que hoy día, se ha vuelto prácticamente imposible sorprender a los pequeñines con algo comprado en una tienda. ¿Cómo llegó a suceder esto? Pero si te detienes a pensar un poco, verás que lo más significativo, lo más valioso, nada tiene que ver con lo material o con el dinero.
Quepasada.cc ha traído un artículo que trata sobre los regalos que no pueden faltar, que verdaderamente vale la pena que los padres les hagan a sus peques. ¿Cuántos de estos realmente le has entregado a tus hijos?
1. Apoyo.
El simple hecho de una palabra de apoyo puede llegar a ser el impulso suficiente para alcanzar nuevas metas. Haz que tu hijo comprenda lo mucho que lo valoras, hazle saberlo.¡Recuérdaselo con frecuencia!
2. Abrazos y besos.
Una vez, un padre le decía a su hijo de 7 años que ya era muy grandecito para darle besos. Pero recuerda que para los hijos, el amor de sus padres es lo más importante, así como sus abrazos y besos. Los necesitan, para sentirse apoyados. No importa la edad que tenga tu hijo, nunca será ni muy temprano ni muy tarde para besarlo y abrazarlo. Demuéstrale siempre tu amor.
3. Comidas y cenas en familia.
Comer y cenar juntos es una magnífica posibilidad de reunión familiar, para discutir los que haceres del día, lo que ha pasado y los planes para el mañana. Fortalece los lazos familiares y es tan importante, que los estudios han demostrado que los integrantes de las familias que no se reunían a la hora de cenar, tienden a no mantenerse juntos.
4. Sentido del humor.
Aprovecha los momentos de alegría, de reírte junto a tus hijos. El sentido del humor siempre es bien apreciado y ayuda a liberar las tensiones.
5. La capacidad de ver la belleza en el mundo.
Hazle ver a tu hijo la belleza que hay en todas las cosas y en todas las personas. Enséñale encontrarla y apreciarla.
6. La posibilidad de cometer errores.
Los niños, en cualquier lugar y época, se comportan como todos los niños: para ellos jugar y correr es lo más divertido. Esto requiere no solo de comprensión, también de mucha paciencia. Dales un espacio y tiempo, para que puedan crear sus propias fantasías, experiencias, investigar y cometer errores. De ellos — aprenden.
7. Una familia unida.
Cuando la familia es sólida y unida, es el fundamento más seguro y firme sobre el cual el niño edificará su vida futura. Los niños deben sentir que siempre tendrán el apoyo y la comprensión necesaria. Por eso es importante mantener la familia unida, siempre que sea posible.
8. Tener visión.
Enséñale a tu hijo a seguir sus sueños, a luchar por ellos. Hazle ver que siempre se puede aspirar a llegar un poco más allá, llevando adelante sus proyectos. Eso le permitirá avanzar y alcanzar nuevos horizontes, incluso llegar más lejos de lo que tú has logrado llegar.
9. Tiempo.
El tiempo junto a tu hijo no tiene precio, y es uno de los regalos más valiosos que puedes darle. Pasa la mayor cantidad de tiempo posible junto a él.
10. Atención.
Parece una cosa simple, pero la verdad es algo muy importante. Tenlo cerca, atiéndelo, escucha sus preocupaciones. No dejes que se te vayan estos momentos cuando aún estés a tiempo para ayudarle, aconsejarle. Después, quizás, será tarde.
11. La capacidad de compadecerse.
Con frecuencia a lo largo de la vida, ocurren hechos y acciones injustas, y para cuando esto suceda, instrúyele a tu hijo a no apartarse a un lado. Enséñale con el ejemplo, que ayudar a los demás, siempre que está en sus manos, es una buena acción.
12. La capacidad de valorar.
Es importante que aprenda a valorar sus capacidades. Así él podrá valorar lo bueno que hay en otras personas, a resolver diversas situaciones y lo que es muy importante, a creer en sí mismo.
13. La curiosidad.
Enséñale a tu hijo a no quedarse con dudas, a no tener miedo de hacer preguntas y ser curiosos. «¡Estás preguntando mucho!» — Esas frases no deberías decir nunca.
14. La capacidad de tomar decisiones.
Hazle saber que aprender tomar decisiones es la clave del éxito, y que necesitará de todos sus esfuerzos para fortalecer y ejercitar su fuerza de voluntad.
15. La disciplina.
Los pequeños deben aprender mucho: cómo desenvolverse, cómo mantener excelentes relaciones con las personas a su alrededor, alcanzar metas, hacer realidad sus sueños. Nada de esto se podrá lograr, si en el proceso de crianza no está implícita la disciplina. Es conveniente no prohibir innecesariamente. Debes darles explicaciones correctas y enseñar las cosas de forma positiva.
16. Soporte.
Las palabras firmes y definitorias tienen poder. Tienes que estar consciente del impacto que pueden tener tus palabras más simples que diriges a tu hijo. Pueden animarlo a seguir adelante o deprimirlo y anularlo. Piensa antes de expresarte. En tus manos está ser un pilar de apoyo en la vida de tu hijo.
17. Deseo de crear.
Con la aparición de nuevas tecnologías y el internet, crear y aprender un sinfín de cosas nuevas se ha tornado cada vez más sencillo y al alcance de la mano. Descubre y desarrolla la creatividad de tu hijo. El mundo necesita de gente creativa.
18. La generosidad.
Enséñale a tu hijo la honestidad y la generosidad. Sé generoso tú mismo ahora, así él seguirá tu ejemplo en el futuro no muy lejano.
19. La espiritualidad.
Tener una creencia tiende a cambiar nuestra forma de ver el mundo, las cosas y la vida misma. Hazle ver a tu hijo que el ser humano no es solo materia (carne y hueso), va más allá, también tiene la mente, el sentimiento, alma y voluntad misma. Enséñale que las decisiones, que tome a lo largo de su vida, no solo deben estar basadas en lo que el cuerpo demande.
20. La honradez.
Aprendiendo ser honrado desde temprana edad, el pequeño tiene muchas más posibilidades de serlo cuando sea mayor. Es bien sabido que las personas honradas se sienten bien consigo mismas, duermen más tranquilas, disfrutan más la vida.
21. La esperanza.
La esperanza nos llena de fuerzas, ejercita y multiplica la resistencia, mejora la capacidad de tomar decisiones. Sin importar cuán difícil pueda ser el momento, enséñale a tu hijo a no deprimirse y seguir adelante.
22. La imaginación.
Viendo lo que ha avanzado la humanidad, sobre todo en los últimos 20 años, aprendimos que los cambios de la vida son cada vez más rápidos, y mañana puede ser muy diferente al día que acabamos de vivir hoy. Solo los capaces de usar su imaginación podrán adaptarse mejor a las nuevas condiciones de vida. Ayúdale a tu pequeño a desarrollar su imaginación.
23. La conciencia.
Crecer con una conciencia de todo aquello que te rodea y de ti mismo, es muy importante. Determinar quién eres y qué deseas lograr en la vida. No dejes de enséñale esto a tus hijos.
24. Amor por el conocimiento.
La avidez por saber y el amor por el conocimiento convierten a la escuela en un lugar menos estresante para tu hijo, y a la familia — en un grupo de unidos no solo por lazos de sangre, también por intereses comunes. Lee, forma preguntas, estudia y permite que tus hijos te cuestionen.
25. Conciencia ecológica.
Crear una conciencia ecológica es otra de las tareas importantes. Los niños que aprendieron a valorar el mundo que los rodea, se esfuerzan en cuidarlo. Exigimos a nuestros hijos a tener una conducta aseada y mantener el orden en casa. ¿Por qué no inducirles también a hacerlo cuando están fuera? Enséñale a tu hijo que nuestro planeta ¡también es nuestra casa!
26. La posibilidad de probar algo nuevo.
Para determinar lo que les gusta y definir qué talentos o habilidades tienen, los niños deben tener la posibilidad de probar algo nuevo, experimentar con cosas, gustos, actividades. La opinión popular no suele estar de acuerdo, pero en realidad no es algo muy costoso. Basta con hacer pequeños cambios en las actividades, de vez en cuando, y tu hijo te lo va agradecer.
27. El optimismo.
El pesimista no llega a ningún lugar, son los optimistas los que logran cambiar el mundo.
28. La capacidad de enorgullecerse de sus victorias.
Pequeñas victorias siempre deben ser resaltadas. ¡Conviértelas en un motivo de celebración! Al fin y al cabo, es de las pequeñas victorias sale la alegría de la vida. Y con ellas, se fortalece la autoestima de tu hijo.
29. La tendencia a buscar la paz.
El mundo está necesitado de paz, esto quizás, se lleve su tiempo, pero ¿por qué no empezar por el hogar y por los que nos rodean? Enseña a tu pequeño la importancia de saber hacer las pases.
30. La autoestima.
Los niños que saben valorarse, por lo general, se sienten más seguros de sí mismos, desarrollan el sentido del orgullo propio y exigen respeto por su persona. Como resultado, se convierten en adultos con valores bien definidos que regirán sus vidas.
31. La singularidad.
Cada persona tiene su propia personalidad, ser diferentes nos hace únicos, especiales. Ayuda a tu hijo a revelar su potencial y exponerlo con orgullo al mundo. Entonces, ser diferente dejará de ser un problema, será un motivo de júbilo y satisfacción.
32. Conversaciones sentados sobre tus rodillas.
Es el lugar más divino para contar anécdotas, secretos, para leer historias, libros y para charlar con alegría.
33. El calor de hogar.
Adoramos viajar por el mundo, pero estar en casa es lo mejor. En casa está el amor, la paz, ahí te esperan, te necesitan, y es una de las sensaciones más lindas que hay en la vida. ¿Sientes estas mismas cosas por tu hogar? Hazle sentir esto a tu hijo. Enséñale a cuidar del calor del hogar siempre, dejando a las tensiones del mundo externo, al entrar, en la puerta de la casa.
34. La fidelidad a tu esposo/esposa.
La fidelidad en el matrimonio (o en una relación) no es algo solo corporal, también es visual, mental, de corazón y alma. Los pequeños sienten esto y notan cualquier cambio en el estado de ánimo de sus papás. Siendo muy sensitivos ante tales acontecimientos, aprenderán, a la larga, a ser como sus padres, que son un ejemplo a seguir para ellos.
35. Amor.
El amor lo abarca todo, sin él, todo queda en el vacío y la soledad. Sin él, todo es imposible. Con ejemplo de tu amor, enséñale a amar a tu hijo, es el mayor regalo que le podrás dar en la vida, aparte de la vida misma. Este regalo perdurará en el tiempo, le abrirá las puertas del mundo y le dará todas las armas necesarias para encontrar su propio camino en la vida.
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