Las mujeres tienen distintas actitudes ante los sujetadores. Algunas eligen sujetadores push-up de encaje, otras optan por cómodas versiones de algodón y otras se niegan a ponérselos en absoluto. Pero todas deben saber con qué frecuencia hay que lavarlos. Al fin y al cabo, esta prenda puede ser un caldo de cultivo de bacterias.
© DepositphotosSujetadores femeninos
Las mujeres no suelen dedicar tanto tiempo a la limpieza de sus sujetadores como al resto de su ropa interior. Por ejemplo, antes de enviar la prenda al cesto de la ropa sucia, la mujer realiza una especie de prueba olfativa. Si el tejido desprende un ligero olor a sudor, ya necesita limpieza. Los dermatólogos aconsejan lavar un sujetador después de dos o tres puestas como máximo, aunque no huela. Este intervalo entre lavados se considera el más favorable, porque en la zona bajo de los pechos, bajo los brazos y en la espalda las glándulas sebáceas y los poros están más activos. Esto significa que el sujetador absorbe más grasa y sudor que otras prendas.
Qué ocurre si se descuida el lavado frecuente
Muchas mujeres creen que es suficiente con seguir la norma de lavar la ropa interior después de 2 ó 3 usos. Los lavados frecuentes corren el riesgo de dañar el tejido y el color de la ropa interior. Entonces, ¿por qué lavar tan a menudo los sujetadores femeninos si están visualmente limpios y no huelen en absoluto? Un consejo: un sujetador sucio puede ser un caldo de cultivo para bacterias y otros microorganismos dañinos. A los gérmenes les gusta crecer en zonas húmedas y cálidas, por ejemplo, debajo de los pechos. La combinación de microorganismos nocivos y sudor hace que las fibras del tejido de tu sujetador se tornen peligrosas.
© DepositphotosSobra decir que la acumulación de bacterias y hongos es perjudicial para la piel de la mujer. Llevar el sujetador sucio acarrea irritaciones cutáneas y alergias, pequeñas erupciones, rojeces y picores: eso es a lo que se arriesga una mujer que no lava con frecuencia su ropa interior.
Por supuesto, un sujetador que no esté perfectamente limpio huele mal, y ese olor puede transferirse a otras prendas. Aunque cuides regularmente tu higiene corporal pero no lavas tu ropa interior, el olor persistente de los sujetadores sudados puede percibirse a tu alrededor. Si el olor persiste incluso después de lavarlo, utiliza vinagre. Se trata de un remedio natural contra el olor.
© DepositphotosManchas de sudor y desodorante
Las manchas blancas de sudor y desodorante pueden quedar en los tejidos de la colada. Esto se nota especialmente en los tejidos negros. A veces, estas manchas pueden ser difíciles de quitar. También puedes notar líneas blancas con bordes difusos en el sujetador. Se trata de sales minerales que se encuentran en el sudor humano. Estas rayas son una de las señales de que ha llegado el momento de lavar la ropa interior.
© DepositphotosCuidado del sujetador
Si los sujetadores de mujer necesitan lavarse después de 2 ó 3 usos, debes tener ropa interior de recambio. Por ejemplo, 2 ó 3 modelos más. Así evitarás que tu ropa interior se desgaste demasiado rápido y pierda su aspecto original después de lavarla. Descubre también por qué deberías comprarte un sujetador nuevo cada seis meses.
© DepositphotosToda mujer debe saber cómo lavar correctamente su sujetador. Puede ser a mano o en la lavadora. Antes de lavarlo, asegúrate de cerrar bien todos los cierres. Si prefieres este último método, mete el sujetador en una bolsa de tela aparte, para que no se mezcle con otras prendas. Activa el modo de lavado suave a mano: así no dañarás el tejido ni la estructura de la prenda. Utiliza sólo detergente suave o gel de lavado. No utilices nunca el centrifugado. Después del lavado, envuelve el sujetador en una toalla de rizo. Déjalo secar en posición horizontal, extendido sobre una toalla.
© DepositphotosSi decides lavar el sujetador a mano, llena un recipiente con agua templada, añade detergente y déjalo en remojo de 15 a 20 minutos. A continuación, acláralo con agua corriente. Si hay manchas, puedes quitarlas con un cepillo.
© DepositphotosTambién te aconsejamos que, antes de estrenar un sujetador, lo laves siempre. Al fin y al cabo, ha estado en manos del minorista, del fabricante y puede haberse ensuciado durante el transporte. Si eres cuidadosa con la higiene, debes tener en cuenta todos estos factores. Respeta las normas de cuidado del sujetador para protegerte de gérmenes, alergias e irritaciones cutáneas. Nuestra editorial te desea mucha salud.
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