Desde que a África llegaron la gente, armados con armas de fuego, para elefantes y rinocerontes llegaron los tiempos difíciles. Las tribus locales rara vez cazaban estos gigantes, pues sólo un valeroso guerrero se atrevería a hacer frente a un rinoceronte, contando sólo con una lanza, un arco y un cuchillo.
Incluso con un rifle de caza, cazar a estos gigantes de lentos movimientos no es una tarea fácil. Pero los cazadores furtivos no se detienen ante nada, con tal de conseguir los preciosos cuernos de rinoceronte.
En el Oriente, por esta codiciada protuberancia ósea, pagan una considerable cantidad de dinero, ya que la medicina tradicional considera a ésta como una panacea. A menudo, los cazadores despiadados simplemente inmovilizan al animal, le cortan el cuerno a sangre fría y, luego, lo abandonan para morir en agonía.
Tandy y Themba, un par de rinocerontes de este video, fueron víctimas de estos fanáticos. A pesar de los increíbles esfuerzos del equipo de rescate, el macho murió de numerosas heridas, 24 días más tarde. Pero Thandy, la hembra, no sólo se recuperó, sino que, después de un par de meses, ¡trajo al mundo un regalo maravilloso!
Ahora los voluntarios locales cuidan a su bebé como a la niña de su ojo. La gente por todos los medios lo protegen de los rapaces cazadores furtivos. Con suerte, este hermoso pequeñín de piel gruesa no compartirá el triste destino de su padre. ¡Y a los ávidos cazadores, les deseamos caer rápidamente en manos de la justicia!
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