Antes que nada, primero quiero compartir contigo una historia de mi propia niñez. Por aquel entonces, solía pasar el verano en el pueblo de mi abuela. Un día, la gente se reunió en la calle, y se dirigió a la casa de nuestros vecinos. Yo también fui…
Resultó que la vaca del vecino acababa de tener un ternero. Había ocurrido una complicación, y me encomendaron una misión muy importante: ir al otro lado del pueblo, y traer a una mujer que era veterinaria, o que tenía que ver con la maternidad de las vacas. Al final, todo salió bien, y los vecinos terminaron con una vaca de más.
En general, el proceso de gestación de las vacas suele durar alrededor de 9,5 meses. Ocasionalmente, los animales necesitan la ayuda de profesionales durante el parto, tal como le sucedió a nuestra protagonista del día de hoy…
El ternero no lograba salir, y el profesional tuvo que acudir a su rescate. Estos métodos pueden parecer bárbaros, pero han sido probados durante años y funcionan muy bien.
Por suerte, poco después, un ternero sano que se levantó sobre sus patas y comenzó a disfrutar de la vida muy pronto.
Por cierto, tuvimos un debate sobre si estaba bien mostrarles esto a los niños pequeños, que estaban de pie alrededor de la valla. Personalmente, creo que muchas de las generaciones mayores que han crecido en aldeas y zonas rurales, por lo que escenas como esta no les son desconocidas… ¡Y nunca ha pasado nada malo!
¿Tú qué opinas al respecto? Comparte lo que piensas en los comentarios, y también con tus amigos de las redes sociales…
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