¡A pesar de solo tener 22 años, esta joven niñera, llamada Kiersten Miles, ha demostrado que en el mundo aún existen personas generosas y altruistas! Ella tomó una decisión muy importante, que la llevó a convertirse en una verdadera heroína: donar parte de su hígado a la niña que cuidaba, para que la criatura tuviera una oportunidad de vivir.
Esta singular joven apenas llevaba unas semanas cuidando a Talia Rosko, una bebé de tan solo un añito de edad, cuando se enteró de que a la niña recientemente le habían diagnosticado atresia biliar, una enfermedad poco común (uno de cada 18.000 niños tienen esta enfermedad) que afecta los conductos biliares, y que, a la vez, impide que sean eliminados con normalidad los desechos del hígado.
Los médicos les dijeron a George y a Farra, padres de la niña, que la pequeña no superaría los dos años de vida, si no hallaban un donante.
Desesperados, los padres de Talia, sin pérdida de tiempo, apuntaron a la nena en la lista de personas en espera de un donante. ¡Lo terrible del caso era que esta situación podía tardar meses o años! Pero el destino les tenía una sorpresa… Los padres jamás esperaron que la solución estuviera tan cerca: ¡La nana! Kiersten, tras comprobar que era compatible con la criatura, se ofreció inmediatamente a ser la donante.
«Al saber que nuestro tipo de sangre era compatible, supe que no podía quedarme sin hacer nada», – dijo la chica. Los padres no podían creer su suerte. ¡Solo hacía 3 semanas que Kiersten cuidaba de Talia!
La noticia se apoderó de los medios de comunicación, justo después de que la cirugía, practicada en el Children’s Hospital of Philadelphia, fuera un éxito. La chica se siente abrumada por la cantidad de mensajes de felicitaciones y agradecimiento que le han llegado por montones, a través de las redes sociales. Para ella, este gesto no ha sido más que un «pequeño sacrificio», insignificante al lado del hecho de haber podido salvar la vida de la niña.
Además, ella siente que todo esto ha tenido un positivo impacto en su vida, mucho más de lo que jamás hubiera imaginado. ¡Está feliz de que su ejemplo pueda ayudar a que mucha gente comprenda que ser un donante no es algo tan complicado, como muchos creen!
Un excelente ejemplo a seguir, sin duda. Es maravilloso saber que en el mundo aún existen personas así… ¡Viva la vida! Comparte este post con tus amigos, tal vez alegren su día con experiencias tan positivas como esta.
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