Melissa Sloan, una galesa de 46 años, está acostumbrada a las miradas de sorpresa de los demás. En su ciudad natal la tratan con recelo. A Melissa incluso le pusieron el apodo de Crayola, en honor a la empresa mundialmente famosa que fabrica ceras de colores, rotuladores y marcadores. Y todo porque Madame Sloan está obsesionada con los tatuajes. Ahora Melissa tiene más de 800 en todo su cuerpo. Su pareja y sus hijos aprueban su afición. Pero los empresarios de la ciudad natal de Melissa tienen otro punto de vista sobre el asunto.
Una mujer con tatuajes: el duro destino de Melissa Sloan
© FacebookUna afición inusual
Nuestra protagonista, nacida en Gales, se enorgullece de contar a los periodistas que han venido a entrevistarla: «Me he hecho más de 800 tatuajes. Cada semana añado tres más a la lista. Nunca dejaré de ponerme dibujos en la piel, ¡aunque me corten o me coman! Me hace la vida más fácil».
© FacebookLuke, el compañero de vida de Melissa, de 56 años, aprueba la afición de la mujer. Es más, a veces añade personalmente nuevos dibujos al cuerpo de su esposa. Se rumorea que los dos hijos de Madame Sloan también han participado en el proceso de cubrir el cuerpo de su madre con tatuajes. Sin embargo, incluso los detractores de Melissa coinciden en que la mujer es una buena madre.
© FacebookProblemas
Familiares y amigos no ven nada malo en el estilo de vida de la galesa. Pero a los residentes de la ciudad natal de Melissa no les gusta el aspecto demasiado peculiar de la mujer. «¡Incluso en las tiendas y cafeterías a veces se niegan a dejarme entrar!» – se queja Madame Sloan. Sin embargo, los problemas en la vida social no son lo peor a lo que Melissa tiene que enfrentarse.
© FacebookA esta galesa le resulta muy difícil encontrar trabajo. Y eso a pesar de que Sloan es de muy buen trato. «Dispuesta a cuidar niños, limpiar baños, barrer calles… ¡lo que sea!». – dice Melissa. Pero incluso las empresas que poseen cadenas de letrinas públicas dan largas a la mujer.
© FacebookLas secuelas de la tragedia
Y hay una razón por la que Melissa se dedicó a los tatuajes. La mujer ha pasado por algo que no le desearías ni a tu peor enemigo. Hace un año, Sloan experimentó la mayor victoria de su vida cuando puso entre rejas a su hermanastro Gavin, que llevaba años detrás de ella. Según Melissa, el malvado hermano la torturaba regularmente cuando ambos eran adolescentes.
© FacebookGavin fue un fugitivo de la justicia durante décadas hasta que la policía finalmente lo atrapó. En el interrogatorio, el matón no tardó en confesar un gran número de espeluznantes crímenes. Resulta que Melissa no fue ni mucho menos la única de sus víctimas. Ahora Gavin tiene pocas probabilidades de salir libre.
© Facebook¿Qué tienen que ver los crímenes de Gavin con los tatuajes de Melissa? La respuesta es sencilla y triste. Los primeros tatuajes de la mujer fueron para cubrir las cicatrices dejadas por su terrible experiencia. Y luego se volvió adicta a los tatuajes, escondiéndose literalmente tras los dibujos de la negra vida cotidiana. Ahora Gavin ya no puede torturar a su hermana. Pero a los ojos del público, Melissa se convirtió para siempre en diferente, extraña e incomprensible…
Foto en la vista previa: Melissa Sloan
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