Kristen Williams, una profesora de 44 años de edad, de Ohio, Estados Unidos, siempre tuvo el sueño de adoptar y criar a un hijo de otro país. Al principio, su intención era viajar a Nepal, con este fin, sin embargo, debido a algunos trámites burocráticos, la futura mamá terminó en la India.
¡Nunca se imaginó que su vida cambiaria tan radicalmente al llegar allí! Y no solo la suya, sino también la de dos pequeñas criaturas, con un futuro bastante incierto…
En primer lugar, Kristen se reunió con la pequeña Munni. Ella era una chica cerrada y silenciosa, quien llevaba viviendo dos largos años vivió en un refugio. Algunos tutores potenciales se habían asustado con el carácter de la niña, a otros simplemente no les gustaba la cicatriz que surcaba su frente. ¡Pero, nada de esto representó un problema para la americana!
Al cabo de dos años, los papeles se solucionaron, y Kristen se llevó a Munni consigo. Pero esta mamá no pensaba limitarse a una sola bebé…
Poco tiempo después, el destino encaminó nuevamente a la maestra hacia el refugio. ¡Esta vez, Kristen solicitó adoptar a la hermana pequeña de la muchacha!
Apenas vio las diminutas fotos de Durga, Munni inmediatamente reconoció a su pobre hermana. Kristen no pudo evitar el llanto. Sin su ayuda, a la pequeña bebé lisiada le esperaría una vida llena de dificultades. ¡Otros padres adoptivos no estaban dispuestos a tomar a un niño sin nariz!
La historia de Durga es muy triste: Su madre, apenas la pequeña nació, decidió arrojarla a la intemperie. Los insectos, o algún animal salvaje, le comieron la nariz a la nena, antes de que los equipos de rescate la encontraran y transportaran al hospital. Los médicos pensaban que la pequeña no sobreviviría, pero ella logró vencer todas las dificultades…
Gracias a los esfuerzos de su madre adoptiva, ahora Munni y Durga tienen la oportunidad de una vida normal. Los cirujanos han restaurado la nariz de la niña, y eliminado la terrible cicatriz de la frente de su hermana mayor. ¡Hoy en día, ambas criaturas lucen irreconocibles!
Es terrible imaginar lo que el destino les hubiera deparado a las niñas en su tierra natal. Una cosa es cierta: ¡Sin la intervención de Kristen, sus vidas hubieran sido otras, sin duda!
Pocos se atreven a adoptar varios niños de países lejanos. Sin embargo, nuestra heroína ha hecho frente a la tarea con éxito, y sus hijas crecerán protegidas y rodeadas de amor. ¡Kristen ha puesto bien en alto la palabra humanidad!
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