En 1998, todo el mundo sabía quién era Monica Lewinsky. La joven becaria tuvo un romance con el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton. A pesar de los procedimientos judiciales y de los procesos de destitución, el hombre no se vio muy afectado por la situación. Incluso su mujer fue capaz de perdonarle y no solicitó el divorcio. Pero, ¿qué ha sido de la vida de Mónica?
Habló con una amiga
En 1995, tras graduarse en la universidad, la joven y prometedora Monica Lewinsky recibió una oferta de prácticas en la Casa Blanca. Allí destacó y consiguió un trabajo en el Pentágono.
Salvo que un día, durante una conversación telefónica con su amiga Linda Tripp, Mónica se descuidó al revelar su relación con el presidente estadounidense Bill Clinton. Mas la amiga no era la mejor para guardar secretos. Por ella, el fiscal Kenneth Star se enteró de los asuntos de Clinton. Y así todo comenzó…
Monica Lewinsky: una popularidad que no le gusta a nadie
Inicialmente, Bill aseguró que nunca había cruzado la línea con Monica ni con ninguna otra mujer. Luego confesó. Aunque todavía no lo admitía cuando el famoso vestido de Lewinsky se mostró al público.
Dicho esto, hay que admitir que Clinton salió bien parado. Se inició un proceso de destitución contra él. Pero Bill no siguió los pasos de Richard Nixon, el único presidente estadounidense que tuvo que dimitir antes de terminar su mandato.
La austera Hillary, que al parecer preveía que en el futuro también lucharía por el escaño que entonces ocupaba su marido, decidió no separarse de Bill. Ella le perdonó la infidelidad. No era la primera vez que se rumoreaba que lo hacía.
En cuanto a Monica, era la comidilla de todo el mundo. Y no en los colores más brillantes. Las mujeres consideraban a Lewinsky como alguien que haría cualquier cosa por su carrera. Los hombres a los que les gustaba la chica sonreían condescendientemente y siempre con bastante ironía. Esta fue probablemente la razón por la que Monica nunca se casó.
Qué hace ahora
Tras el escándalo, Lewinsky se trasladó a Londres durante 10 años. Allí le resultaba más fácil esconderse de todos los comentarios que le llegaban. Monica no volvió a la escena mediática hasta 2014. Publicó su propia biografía y empezó a dar conferencias.
Lewinsky dedicó su vida a combatir el acoso masivo. Lamentablemente, cometió un error que la sociedad no puede perdonar hasta el día de hoy. En las últimas dos décadas, Monica no ha pasado un día sin que se le recuerde aquel escándalo. Ahora intenta hacer todo lo posible para que otras personas que se enfrentan al acoso en la red afronten esas situaciones con dignidad.
Hoy, Monica tiene 47 años y vive en Nueva York con su madre. Lewinsky dice que ha conseguido no odiar a la gente ni cerrarse en banda. Cree que no hay que rendirse ante ninguna situación en la vida. Hay que seguir viviendo, y este mensaje debería ser recordado por todas las personas.
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