Cheyanne Shaw sabe mejor que nadie, cuán impredecible puede ser el destino. La chica esperaba construir una exitosa carrera en el sector inmobiliario, a la vez practicaba deporte y trabajaba como instructora de fitness, pronto iba a casarse… Pero un día todo esto quedó pendiendo de un hilo…
A los 23 años de edad, Cheyanne fue diagnosticada con una enfermedad terrible – el cáncer de ovarios. El inicio del tratamiento ha puesto el fin a las actividades deportivas: su cuerpo se volvió delgado y frágil. Por último, llegó el momento de la intervención quirúrgica.
La cirugía fue un éxito. Parecía que todos los problemas quedaron atrás, pero había algo más – Cheyanne tuvo que escuchar la peor noticia para cualquier chica: ella nunca podría tener hijos.
Pero ella hizo frente y a esta situación. Su novio no la ha abandonado, y pronto la feliz pareja se casó. Ahora los recién casados planean a construir una empresa en conjunto y tienen la esperanza de algún día convertirse en padres de algún niño del orfanato.
A todas las personas que están luchando contra el cáncer, Cheyanne aconseja nunca darse por vencidos y disfrutar cada momento de sus vidas.
En mi opinión, no existen palabras para expresarlo mejor. Si este material te ha llegado al corazón, asegúrate de compartirlo con tus amigos y conocidos.
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