La costumbre de presentar un anillo de compromiso a la mujer amada, y futura esposa, data desde los tiempos inmemoriales. Algunos estudiosos sugieren que esta tradición proviene del Imperio Egipcio, mientras que otros insisten en que se originó en el Imperio Romano.
De cualquier manera, el anillo de compromiso no es sólo un hermoso accesorio en el dedo anular. Este simboliza los profundos sentimientos de amor y fidelidad eterna.
Diseños hay miles, y para todos los gustos y precios. Sin embargo, existen 8 anillos de boda increíblemente hermosos, que no tienen precio. ¡Qué pasada! te invita a conocerlos, a continuación…
María de Borgoña
A finales del siglo XV, María era la novia más rica de Europa. Su padre, el duque «Carlos el temerario», le dejó una vasta herencia, incluyendo el actual territorio de Bélgica, Francia y los Países Bajos.
Cuando ella cumplió 20 años de edad, el astuto rey francés, Carlos XI, que había ocupado Borgoña, intentó casarla con su hijo Carlos, de solo 7 años de edad.
Pero ella no sucumbió a sus artificios, y eligió a Maximiliano de Austria – el futuro emperador del Sacro Imperio Romano.
El 13 de agosto de 1477, este le dio a la novia un anillo de compromiso de diamantes, con la forma de una gran letra M.
Se cree que este día comenzó la moda de los anillos de compromiso. Esta decoración hoy se puede apreciar en el Museo de Arte de Viena.
María Stuart
El 1 de julio de 1543 se firmó un acuerdo de paz entre Henry VIII, rey de Inglaterra, y James Hamilton, II conde de Arran, segundo en la línea de sucesión al trono de Escocia. El mismo concertaba el matrimonio de la niña María, reina de Escocia, con Edward, hijo del rey Enrique VIII.
Un año más tarde, la reina de Escocia tenía el anillo de compromiso más pequeño del mundo, del tamaño de su diminuto dedo de niña (tenía dos años de edad).
Josephine
En 1796, Napoleón Bonaparte le hizo una oferta de matrimonio a la vizcondesa de Beauharnais, y le entregó un anillo de compromiso con diamantes y zafiros. Dos piedras diferentes, símbolo de dos amantes.
Esta joya luego pasó a ser herencia de la familia, hasta llegar a la mano de Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III. Recientemente, fue vendido en la subasta francesa Osenat, por $ 950 000.
Reina Victoria
Se cree que la piedra esmeralda es un símbolo de mayo. La reina Victoria nació en este mes, por lo que el Príncipe Alberto le dio un anillo con una hermosa esmeralda.
Este anillo con forma de serpiente se ha convertido en un ícono de la moda, y las esmeraldas tan populares como los diamantes.
Bertha Röntgen
Bertha era la esposa de Wilhelm Röntgen, un destacado científico, y premio nobel de la física, que descubrió los rayos X.
En diciembre de 1895, incluso, tomó una fotografía de las manos de su esposa, para mostrar la posibilidad de radiación electromagnética.
Reina Isabel II
En 1947, el teniente Felipe Mountbatten le pidió a Jorge VI la mano de su hija, la futura reina, dándole un anillo, el mismo que el propio Felipe había diseñado.
El anillo está decorado con 3 diamantes y cinco piedras más pequeñas.
Hoy en día, este anillo real puede servir para interpretar el estado de ánimo de la reina. Un ligero giro del anillo significa que es tiempo de terminar la conversación. Una rápida rotación es una señal de impaciencia extrema.
Elizabeth Taylor
La actriz ha estado casada ocho veces, dos de ellas con el actor Richard Burton. En 1968, este le entregó un anillo de diamantes de 33 quilates, cuyo valor era de $ 305.000. Anteriormente, la dueña de este anillo fue Vera Krupp, la esposa de un hombre de negocios alemán, que hizo armas para los nazis.
Después de su muerte, en 2011, la joya se vendió por un valor récord de $ 8,8 millones.
Lady Di y Kate Middleton
El príncipe Guillermo llevó consigo este anillo de oro blanco con un zafiro ovalado, en su viaje de diez días a la reserva natural Lewa Wildlife Conservancy, en Kenia, para hacerle la propuesta de matrimonio a Kate Middleton.
30 años atrás, el mismo fue usado por la princesa Diana. En 1981, Lady Di lo encontró… ¡En un catálogo de joyería! Aunque no encajaba con el estilo tradicional, ella insistió.
¡El anillo de Diana es una verdadera leyenda! Es imposible contar el número de copias que se han hecho de esta decoración.
No es de extrañar que se diga que: «El anillo de compromiso no tiene principio ni fin». Lo cierto es que este ornamento es un símbolo de amor eterno, de belleza sin igual, que toda novia desea llevar en su mano…
Y tú… ¿Cómo fue el anillo de bodas que te obsequiaron, u obsequiaste? ¿Te gustaría llevar alguno como estos? Cuéntanos en los comentarios, y, de paso, comparte este post con tus amigos de las redes sociales…
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