Los descubrimientos ocurren. Están ahí, a la espera del ojo sagaz del que busca. A veces ocurren en un instituto científico, durante una investigación en particular. Otras veces, se producen por casualidad, y puede que uno, ni siquiera, se dé cuenta de lo que ha descubierto. Recuerda, por ejemplo, a Cristóbal Colón, quien, en un principio, estaba completamente seguro de haber navegado a la India.
Sin embargo, nuestro artículo de hoy no tratará sobre descubrimientos continentales o de laboratorio…
Hace varios años, en Jiangsu, al este de China, se descubrió una tumba muy singular… Lo más interesante es que no fue descubierta por un equipo de arqueólogos, sino por uno de simples obreros de carreteras. ¡Estos trabajadores se encontraban escavando una zanja, en pos de la ampliación de una calzada, cuando, por accidente, tropezaron con una tumba, cuya edad estimada data de más de 5 siglos!
Esta antigua cripta estaba ubicada justo bajo el lugar de la construcción. Al descubrir los sarcófagos, los trabajadores dejaron rápidamente el trabajo, y llamaron a los expertos. ¡Al instante, el lugar se llenó de especialistas, equipos y técnicas de avanzada!
Tres ataúdes de piedra, atribuidos a la época de la dinastía Ming, fueron encontrados a una profundidad de dos metros. Los gobernantes de esta dinastía dirigieron el país durante el período 1368-1644. ¡Por lo tanto, dichos sarcófagos, según los científicos, no tendrían menos de quinientos años!
Tras la apertura de los dos primeros ataúdes, los especialistas encontraron allí los restos de ropa antigua, accesorios funerarios y un par de esqueletos humanos. Sin embargo, la mayor sorpresa les esperaba en el tercer ataúd. ¡A levantar la cubierta, todos quedaron boquiabiertos!
En el sarcófago, que no se abrió por más de medio milenio, en paz descansaba el cuerpo bien conservado de una mujer, quien, al parecer, ostentaba un elevado estatus social. ¡No en vano, en la mano de la difunta fue encontrado un anillo de jade, y en el cabello, un alfiler de plata!
El cuerpo estaba envuelto en un paño de lino fino. Además, la mujer vestía la ropa tradicional de su época. Según los científicos, el material básico para la vestimenta funeraria era el algodón con pequeñas inclusiones de seda.
Al retirar el cuerpo de la tumba, los historiadores no podían dejar de preguntarse una cosa: ¿Cómo es posible que, después de medio millar de años, la momia, y sus accesorios, estuviera tan bien conservada? ¡Júzgalo tú mismo! Incluso, los rasgos faciales y las cejas están bien definidos…
Estos hallazgos inesperados estaban cuidadosamente envueltos en una manta, que también se encontraba en el interior del ataúd. Al tocar el cuerpo, que por cinco siglos no ha visto la luz del sol, los arqueólogos sentían un respetuoso temor. ¡La importancia de este descubrimiento para la ciencia es difícil de sobreestimar!
Vale la pena señalar que, desde 1970, en la provincia de Jiangsu se han encontrado cuatro entierros, similares a este. Los hallazgos anteriores, por desgracia, sufrieron peor los embates del tiempo, y no están tan bien conservados. ¡Por eso, para los científicos chinos, este descubrimiento es un verdadero tesoro!
Es difícil imaginar que esta cripta fuera descubierta casi por casualidad. Si las autoridades locales no hubieran decidido reconstruir la carretera, estas momias, casi sexagenarias, habrían podido tardar otros tantos años, bajo la gruesa capa de tierra, a la espera de los investigadores.
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