Feódor Gregorevich Uglov fue el primer especialista de la Unión Soviética en hacer una complicada cirugía de corazón, esófago y pulmones. También es el inventor de la válvula artificial de corazón, y del método de fabricación de la misma. Este médico y científico es considerado una eminencia en el campo de la medicina.
En 1983, el académico Uglov entregó su icónico informe: «El alcohol y el cerebro», donde trataba los motivos reales por los que no se debe beber, apoyándose en argumentos y estudios científicos. Acerca de sus pensamientos más interesantes e importantes, ¡Qué pasada! te propone conocer hoy. No te olvides de compartir esto, sobre todo, con los más jóvenes de casa, pues es en la adolescencia cuando se experimenta la primera intoxicación con alcohol.
El efecto del alcohol en el cuerpo
El alcohol afecta a todos los órganos, en especial al cerebro. De hecho, es en el cerebro donde más se acumula. Como consecuencia, las meninges se vuelven tensas e hinchadas, y los vasos dilatados y congestionados. Incluso, se producen áreas de necrosis de la sustancia cerebral. Y créeme, no sólo en los alcohólicos crónicos.
Investigaciones sobre una intoxicación alcohólica aguda y el cerebro post mortem mostraron que los cambios en el citoplasma y el núcleo de las células nerviosas son tan pronunciadas, como en el caso de una intoxicación por otros venenos fuertes. Como resultado, y todo depende de la cantidad, el alcohol va matando poco a poco el cerebro de la persona que bebe.
Pero, Feódor Uglov opina que los mismos cambios en el cerebro se observan en los bebedores, cuya muerte se debe a otras causas no relacionadas con el consumo de alcohol.
En el cerebro, se observó un fuerte desbordamiento de vasos sanguíneos, acompañado, a menudo, de una depresión en las meninges, y de circunvoluciones en la superficie. Los cambios descritos en la sustancia cerebral son irreversibles. Pero esto no es lo peor del alcohol.
El suministro de oxígeno a las células cerebrales se ve comprometido, llegando a cesar completamente el flujo de sangre. Tales crisis de anoxia, de continuar por unos 5-10 minutos, conducen a la necrosis (pérdida irreversible) de las células cerebrales. Cuanto mayor sea la concentración de alcohol en sangre, más células cerebrales mueren. Y es que ni siquiera los bebedores moderados se salvan… En la autopsia de sus cerebros se ha encontrado todo un cementerio de células corticales. ¡Admítelo, la mayoría de las personas pueden ser clasificadas como bebedores moderados!
Con los años de abuso del alcohol, cambia la estructura del cerebro. Para confirmar este hecho, se ha hecho un experimento con 20 personas. En cinco de ellos, se evidencia claramente el deterioro de sus capacidades mentales, incluso durante una conversación normal. ¡En todos se detectan signos claros de atrofia cerebral!
Está demostrado que existe una relación entre el consumo de alcohol y la demencia senil. La peor parte se la llevan los alcohólicos. Sin embargo, incluso, para aquellos que ya han dejado de beber, las probabilidades de sufrir esta enfermedad degenerativa son mayores que en los abstemios.
En 1975, el alcohol se comenzó a reconocer como droga. La gente piensa que con beber moderadamente no se hace daño… ¡Error! Se puede beber una vez al mes, o en días festivos, y el resto del tiempo llevar una vida sana… De todos modos, el efecto del alcohol sobre el cerebro será desastroso.
El consumo de alcohol puede causar un daño irreparable en las capacidades de la persona más talentosa, cuyo don muere bajo los golpes de este veneno narcótico.
Los científicos reconocen los grandes cambios que tienen lugar en la vida, la salud mental y el carácter de la persona bebedora.
La primera alteración se ve en el comportamiento: disminuye la moral, y hay indiferencia a las funciones y responsabilidades, incluso con los miembros de la familia. Es interesante observar que los perros reconocen estas características, y responden a ellas con agresividad.
Cada vez son más las personas que se degradan en vida, a causa del alcoholismo, especialmente los adolescentes. Lo peor es que la sociedad se muestra indiferente a la destrucción de su propia inteligencia nacional.
«Que se avergüencen todos los que dijeron que la sobriedad del pueblo es inconcebible. No se necesitan leyes para esto, pero sí acciones decisivas e irrevocables, para erradicar el alcohol de la sociedad humana. Tenemos que empezar por despertar la conciencia, como la gente que renunció voluntariamente al vodka, vendido al precio más bajo», dijo el académico Uglov, en las conclusiones de su informe.
Toda adicción comienza con solo probar. Luego, se convierte en un hábito destructivo. Piensa en tus hijos, en tus padres, en tu familia, para que te des cuenta de todo a lo que estás renunciando, por una copa.
La bebida no es sinónimo de diversión. Puedes pasarla bien y ser feliz, sin la necesidad de embriagarte. Eso solo te hará perder, y no solo la conciencia, sino la vida…
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