Cuando escuchamos las noticias acerca de policías, éstas rara vez suelen ser buenas o halagadoras. Y no es para menos, pues son frecuentes los casos de corrupción, o que la justicia hace mal su trabajo… Lamentablemente, existen oficiales que en vez de servir a la ciudadanía, sólo pretenden sacar provecho y partido de la que debería ser su labor. Es precisamente por ellos que, en ocasiones, la «autoridad» da más miedo que los propios delincuentes.
Pero, afortunadamente, esta no es la regla, sino la excepción, y la historia que les vamos a contar hoy, nos regresará un poco la fe en aquellos seres, encargados de cuidar la paz y el bienestar de todos.
Este día, en Montebello, cerca de Los Ángeles, el departamento de policías recibió un fuerte llamado. A los oficiales se les alertó sobre un incidente en un banco – al parecer, todo el alboroto era ocasionado por un cliente. El oficial Robert Josett era el encargado para atender este caso.
Cuando llegó, encontró a un anciano de 90 años, bastante molesto y acalorado de indignación. Al preguntar sobre lo que ocurría, supo que el anciano sólo quería retirar un poco de dinero de su cuenta, pero sin resultado. Su carnet de identidad necesitaba renovación, pero nadie en el banco se presentó para ayudarle o explicarle con calma.
Incrédulo, el hombre no se daba por vencido y continuaba insistiendo en retirar lo que le pertenecía. Su insistencia fue la que llamó la atención de todos los clientes presentes y trabajadores. No demoraron en llamar a la policía, para que interviniera y controlara el orden público.
Todos esperaban que el oficial sacara al hombre del banco, pero su acción les dio a todos una lección sin igual. Robert Josett llevó al anciano hasta el Departamento de Tráfico (donde realizan las gestiones de renovación del carnet de conducir), para que éste pudiera renovar su carnet. Luego, hizo más – lo llevó de vuelta al banco antes de que este se cerrara. Lo hizo, además, para cerciorarse de que se le diera un trato digno al hombre.
En una entrevista, el oficial comentó que se sintió conmovido principalmente por la edad del anciano. Además, no comprendía que, estando tantas personas presentes, nadie fuera capaz de brindarle una mano al hombre. La historia dio un cambio drástico cuando el hombre le confesó al oficial que el dinero le urgía, ya que su esposa se encontraba enferma y necesitaba comprarle un medicamento. Fue por ello que decidió ayudarlo cuanto pudo, para agilizar el trámite.
Empleados del Departamento de Policía de Montebello no dudaron en compartir la fotografía en la que aparece el oficial escoltando al hombre. La descripción al pie de la foto captó la atención de todo mundo e hizo que recibiera miles de halagos. El suceso se volvió viral en las redes sociales luego de que la publicación fuera compartida más de 400 mil veces, con más de 250 mil reacciones.
Muchos comentaban que la acción de Robert les regresó la fe en los policías. Fue bueno saber que algunos, más que atrapar ladrones o castigar, poseen buen corazón y hacen más allá de su profesión por humanidad y solidaridad.
Actos como estos merecen ser conocidos por todos, pues así como las malas acciones se dan a conocer rápidamente y todo mundo crítica, señala y juzga, también sería bueno reconocerles su buen trabajo ¿no crees?
Es un gran ejemplo para todos los oficiales del mundo, si todos o la gran mayoría fueran como este hombre, el mundo sería completamente distinto. ¿Qué hubiera hecho los oficiales en tu país?
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