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Cómo protegerte del ataque de un perro

7 trucos que te salvarán del ataque de un perro rabioso.

Al caminar por la calle, de seguro te has encontrado con un gran número de perros callejeros. Estos animalitos abundan cerca de los supermercados y las zonas residenciales, donde pueden encontrar comida. Por supuesto, los pobres no tienen la culpa de vagar a su suerte, abandonados, en su mayoría, por sus indolentes dueños.
Sin embargo, estos perros, en ocasiones, pueden llegar a ser muy peligrosos para las personas, y no solo por ser vectores potenciales de enfermedades, como la rabia, sino porque podrían, simplemente, atacar…

Hoy, ¡Qué pasada! te enseñará una serie de medidas, que siempre deberías tener presente al caminar por la calle, pues nunca se sabe cuando algún perro callejero te podría atacar. Eso sí, mantén la calma, y enséñale una lección al animal, para que la próxima vez no le muestre los dientes a las personas.

Cómo protegerte del ataque de un perro

  1. Exceso de confianza
    Al igual que cualquier otro animal, los perros también sienten impotencia y miedo. Trata de continuar tu camino, y no le prestes atención. Si el perro se te aproxima con intenciones claramente agresivas, mírele de frente a los ojos, y si es necesario, le gritas: «¡Qué asco!», «¡Fuera!». Estas palabras tienen que ser cortas y fuertes.

    Pero todo lo anterior cambia, si el perro sufre de rabia. En este caso, es mejor permanecer lo más lejos posible, y si el animal está cerca de ti, alejarte lentamente, sin ningún movimiento brusco, siempre manteniendo la vista sobre él.

  2. Cortina de humo
    Si el perro tiene una actitud agresiva, y se te encima, trata de distraerlo con la ayuda de cualquier prenda. Sacrifica tu chaqueta o bolso favorito: 40 pinchazos en el hospital no valen la pena. Y lo que es peor: ¡Una lesión que te podría durar toda la vida!

  3. No prestes atención a sus ladridos
    Muchas personas, cuando escuchan los ladridos de un perro, cometen el gran error de retroceder, o incluso escapar. Recuerda: si el perro decidió atacar, entonces no oirás su ladrido. Lo máximo, un gruñido sordo. Con sus ladridos, lo que está intentando es alejarte de su territorio.

    No le des la espalda al perro, ni de lado, pues, si el vagabundo cree que realmente logró asustarte, seguramente querrá asegurar su éxito con los dientes.

  4. Apunta a la garganta
    Si el perro empezó a atacar, trata de encontrar un apoyo para tu espalda, de modo que no te pueda derribar al suelo. Quítate la chaqueta, o usa tu bolsa, y mantenla con los brazos extendidos hacia el frente. El animal agarrará instintivamente el objeto, y tirará de él. Sin perder tiempo, patéalo por la garganta.

  5. Sacrifica las manos
    Un perro puede atacar en cualquier momento, y no siempre tendrás delante un objeto, que puedas utilizar para protegerte. De ser así, trata de minimizar las consecuencias del ataque, volviéndote hacia el perro, y contrayendo medianamente las manos hacia adelante. Cuando se encuentre cerca, lleva el brazo hacia adelante.

    El perro reaccionará al movimiento, y agarrará el antebrazo. Lo ideal, es golpear al animal con la pierna en el salto, y si no resulta, llévalo al suelo con tu peso, y trata de golpearlo lo más fuerte posible, de modo que él se asuste y te suelte.

  6. Rebaño
    Lo peor es cuando chocas con una manada agresiva. En ese caso, no se puede perder tiempo. Tampoco debes gritar de pánico, ni comenzar a atacar al líder (por lo general, el perro más grande y más fuerte del grupo). Todo lo que él hace, lo repiten los otros perros: ladrar, atacar, morder. Golpea al que trate de morder primero, o selecciona al más débil. Una buena patada puede ser suficiente para que toda la manada huya chillando.

  7. Elementos de protección
    Lo ideal es tener un bote de gas lagrimal a mano, para protegerte con seguridad. En el caso de que vayas a dejar salir a tu hijo a jugar afuera, si notas que por la zona se mueve alguna manada de perros, especialmente detrás de alguna perra alborotada, es mejor que rocíes al niño con laca para el cabello.

    Si no tienes nada en los bolsillos, y a la vista no hay ni siquiera piedras, haz como que recoges algo del suelo, y hazte el que lo vas a tirar. El perro reaccionará instintivamente a la amenaza. Existe la posibilidad de que simplemente huya.

Importante: Trata de no provocar a los perros, trátalos con amabilidad, o, al menos, mantente lo suficientemente alejado de ellos. Comparte estos consejos con tus amigos de las redes sociales, pues nunca se sabe cuando pueda ocurrir una amenaza así…

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