¡Ni te imaginas todo lo que tuvo que hacer esta bella mujer, para que los jefes de arriba estuvieran dispuestos a pagar 1 millón de dólares, por su cabeza!
¿Qué tan fuertes deben ser los motivos, para que una persona rompa con su antigua vida, y se adentre en una batalla, en defensa de sus ideales? Joanna Palani, una estudiante de Ciencias Políticas, de Dinamarca, se convirtió en francotiradora, para luchar contra los militantes IGIL. La muchacha, de origen kurdo-iraní, tenía 23 años de edad cuando abandonó la universidad y se fue a Siria, para participar en la lucha.
En su natal Dinamarca, fue amenazada con ir a prisión por participar en una formación armada ilegal. Pero esto no es nada comparado con las amenazas de los militantes, que estaban dispuestos a pagar un millón de dólares por su cabeza. Los líderes de la IGIL, una organización prohibida rusa, querían decapitar personalmente a la joven Joanna.
En una entrevista con periodistas, la chica dijo: «Estoy dispuesta a sacrificar mi libertad, e incluso mi vida, para detener a los terroristas. Quiero que Europa esté a salvo. Esta es mi elección personal. Sin embargo, yo mismo fui catalogada como terrorista en mi país».
Después del primer ataque de Joanna en Siria, el gobierno danés le prohibió salir del país. Sin embargo, la chica violó la orden judicial y volvió a combatir a los terroristas. Por la misma razón, ella estaba enfrentando una condena de prisión.
Joanna comentó la situación: «Vivo en uno de los mejores países del mundo. Pero no puedo mirar con calma lo que está sucediendo en el Medio Oriente, así que decidí actuar».
Palani viajó al norte de Siria, y se unió a los kurdos, que estaban luchando contra los militantes IGIL. Durante todo el tiempo que pasó en Siria, destruyó más de cien militantes.
Los servicios especiales de Dinamarca condenaron a prisión a Joanna. Sin embargo, ella no permaneció en la cárcel por mucho tiempo, sólo 3 semanas. La joven no estaba enojada por ir prisión, sino por el hecho de que el gobierno no viera ninguna diferencia entre ella y los terroristas.
Ahora, Joanna está bajo la protección del gobierno en Copenhague. Tales medidas fueron tomadas después de que los fanáticos musulmanes cometieron un atentado contra la chica, en el centro de la capital europea.
En su entrevista, la francotiradora habló un poco de sí misma: «La primera vez que cogí un rifle de francotirador yo tenía 9 años, y fue en un campo de entrenamiento en Finlandia».
«Me gusta mucho esta profesión», expresó. «Es necesario estar constantemente en sintonía, concentrarse en la tarea y confiar no sólo en la fuerza, sino también en la mente. Siempre me he inspirado en la historia de Lyudmila Pavlichenko, una mujer francotiradora de la segunda Guerra Mundial, que dio muerte a 309 nazis».
La chica lamenta en estos momentos no poder ayudar a sus hermanos en la lucha armada de Siria. Ella se preocupa fuertemente por ellos, y espera salvar muchas vidas más, así como detener a los terroristas. ¡Firme en su temperamento, y de fuertes convicciones, ella es la sniper Joanna Palani, toda una guerrillera!
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