Para la joven estudiante filipina Racine Pregunta, de 20 años de edad, todos los caminos parecían estar abiertos. Era hermosa e inteligente, e incluso se había probado a sí misma como modelo. En fin… ¡Su futuro parecía muy prometedor!
Sin embargo, el destino tenía otros planes para la chica. La madre de Racine se puso blanca de horror, cuando los médicos le revelaron a su hija un terrible diagnóstico. ¡La hermosa estudiante padecía osteosarcoma!
Todos esperaban que Racine fuera capaz de superar la enfermedad, pero el cáncer tomó posesión del cuerpo de la joven, y ganó la pelea. Cuando supo que viviría no más de cinco días, la bella aceptó su destino, y decidió planificar su propio funeral, en persona.
«Ya que tengo que morir, voy a morir hermosa», le dijo Racine a su hermana. A la familia y amigos no les quedó otra opción que ayudar a la desafortunada chica en la realización de sus últimos deseos.
La joven filipina pensó en todo, hasta el último detalle. Ella eligió su ataúd, decidió cómo sería su maquillaje, y lo que se llevaría en su cuerpo. ¡Incluso, pensó en una corona de flores para el cabello!
Finalmente, Racine les preguntó a su madre y hermana, si podía ser enterrada junto a su padre. Al enterarse de que su último deseo había sido concedido, la pobre muchacha dejó este mundo con una sonrisa en los labios.
El cáncer es una enfermedad que no cree ni en sexo ni en edad. Sin embargo, cuando sus víctimas son demasiado jóvenes, el hecho de arrebatarles la oportunidad de vivir la vida, es una condena doblemente terrible.
No me puedo imaginar cómo se sentía Racine, mientras se preparaba para su inminente deceso. No obstante, la chica enfrentó su destino con toda la dignidad del mundo. ¡Una muestra de valentía sin precedentes! Después de todo, no todo el mundo es capaz de hacer lo que ella hizo.
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