Se cree que Varanasi – es la primera ciudad del mundo, construida por los dioses. De acuerdo con las epopeyas hindúes, a partir de ese momento se inició la creación del Universo. Según la leyenda, los dioses vivieron en Varanasi junto con la gente, y luego se fueron al Himalaya. Es la ciudad favorita de Brahma y Shiva, Buda también estuvo allí. Pero como sucedió en realidad, es todo un misterio…
Varanasi para los hindúes es lo mismo que la Meca para los musulmanes o el Vaticano para los católicos.
Es una de las ciudades más antiguas del mundo y todavía está llena de vida, aunque cuente ya con más de tres mil años de fundada. Aquí se interrumpe la rueda del Samsara, el eterno ciclo de renacimiento. Aquí se limpia el karma, y el alma humana alcanza finalmente el nirvana. Pero para lograrlo, se necesita de forma obligatoria… arder en el fuego ritual…
Todos los días, en las orillas del sagrado río Ganges en Varanasi, son quemados cientos de cadáveres. El fuego arde las 24 horas del día, los 365 días del año, y los deseosos de ser enterrados de esta forma no faltan. La gente acude a cualquier artimaña, con tal de llegar a los sagrados ghats rituales (el área especial en la orilla del río), donde arde el fuego purificador.
El éxtasis religioso aquí se mezcla con la vida mundana: miles de indios acuden a los baños ceremoniales o abluciones, otros miles, muy cerca, lavan y secan las tortas de estiércol. Aquí se puede encontrar a algún turista, aun borracho del hachís del más alto nivel, o a un yoga aghori desquiciado, absolutamente desnudo, cubierto de cenizas de cuerpos incinerados.
Se incinera aquí bajo reglas especiales: de esto se encarga el clan más antiguo de la ciudad, que se ocupa de los ghats desde hace varios siglos. Este servicio en la India no es nada barato, pero si tienes dinero, entonces el fuego con madera de sándalo y diferentes especias será garantizado. Personas especialmente entrenadas quemarán el cuerpo en tan sólo unas horas.
Pero no todos pueden contar con una cremación exitosa: las embarazadas, niños, monjes, enfermos de lepra, son simplemente arrojados al río, y sus cuerpos hinchados bajo el sol abrasador de la India, flotan arrastrados por la corriente. En el río se puede encontrar y cadáveres de vacas. Estos animales, sagrados en la India, pasean libremente por el país. Y cuando mueren, les esperan, igual de sagradas, las aguas del Ganges…
Fotografiar los ghats, así sin más, ya es simplemente imposible: hay que obtener un permiso especial en la estación de policía, o pagar por cada clic del obturador. ¡Un, dos, tres! ¡Paga un millar de rupias! Si te niegas a pagar, puedes provocar una bronca. Así que ten cuidado y recuerda que esto es un negocio más, igual que en todas partes.
Si llegas a este lugar, te esperan sentimientos muy mezclados, porque la vida y la muerte allí están conectadas, y de una manera muy especial. Tu mente puede experimentar un verdadero shock, así que estate listo: aquí te ofrecerán a limpiar el karma, un corte de pelo, una taza de té y disfrutar de drogas, fuertes y picantes. En cualquier caso, la ruptura de estereotipos está garantizada…
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