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Silla para el sexo del rey Eduardo VII

Esta inusual silla se fabricó por orden del rey Eduardo VII. Te sorprenderá saber para qué…

Hay muebles de todo tipo, para todos los gustos y necesidades. Puede que no todos sean muy atractivos a la vista, pero al menos deben ser lo más cómodos posible. Después de todo, para eso se hicieron… ¿no?

Pero esta silla va más allá de lo imaginable… Cuando el rey inglés Eduardo VII la mandó a fabricar, muchos quedaron desconcertados. Es que resulta un poco difícil adivinar a primera vista por qué esta pieza inmobiliaria tiene una forma tan inusual.

¡Resulta que esta silla no fue construida para sentarse sobre ella! La historia cuenta que el príncipe Eduardo VII tenía un increíble apetito por el sexo, y en busca de comodidad, solicitó una silla que se ajustara a sus necesidades…

El hijo mayor de la reina Victoria tenía unas libritas de más, y esta silla le permitía practicar su pose favorita. ¡Además, gracias a ella, podía divertirse al mismo tiempo con dos amantes!

La silla se estableció en el burdel parisino favorito de Edward VII: Le Chabanais. El monarca tenía reservada allí una habitación privada independiente donde, además de la silla, contaba con un lujoso baño de cobre, decorado con la figura de una mujer cisne, el cual solía rellenarse de champán.

Después que el burdel cerrara en 1946, este inusual elemento fue comprado por el famoso artista Salvador Dalí.

A pesar de su forma de vida libertina, Edward VII es recordado por los británicos como un gobernante sabio y habilidoso. Después de su ascenso al trono, el monarca dejó atrás su pasado desenfrenado. Sin embargo, para ese entonces ya contaba con 59 años, por lo que es probable que estos cambios se debieran fundamentalmente a su edad.

Una forma muy original de la divertirse en los días de su juventud, ¿No crees? Comparte este interesante post con tus amigos, para que conozcan una silla poco común, que no fue hecha precisamente para sentarse…