Tienen a su disposición los mejores cosmetólogos y especialistas en medicina estética, pero prefieren la naturalidad. Y mientras el mundo del espectáculo y de las «instastars» está sumido en Botox, los representantes de la monarquía están dando el ejemplo contrario. Hoy revelaremos los secretos de belleza de la realeza que los habituales de las clínicas de cirugía plástica no apreciarán.
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SECRETOS DE BELLEZA DE LA REALEZA
Los representantes de las familias coronadas están condenados a permanecer en el ojo público. Su apariencia es una tarjeta de presentación que debe posicionar a las personas, y no al revés. Cada aspecto se analiza de la cabeza a los pies. Por supuesto, la mayor parte de la atención se centra en la cara y las expresiones faciales. Por lo tanto, sin la ayuda de las hadas de la belleza, el asunto no estaría completo.
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Cosmetología real
Desafortunadamente, muchas estrellas modernas carecen de sentido de la proporción. Los resultados de tal extremo son aterradores: el rostro se vuelve «ceroso», los pómulos apuntan hacia el párpado inferior y los labios parecen estar a punto de estallar. Debido al abuso de los rellenos, se está creando entre la gente una actitud negativa hacia la medicina estética. Pero lo principal en este asunto es no exagerar. Y las augustas damas lo saben de primera mano.
Los miembros de la familia real también usan inyecciones. Sin embargo, lo hacen sabiamente. Según el cosmetólogo real, Christopher Roland Payne, él se adhiere al principio de preservar la individualidad al trabajar con las monarcas. Por ello, el Botox se inyecta en dosis mínimas y en determinadas zonas, para no deformar el rostro. Entre sus clientes también se encuentra la duquesa de Cambridge.
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(No) una sonrisa perfecta
¿Qué es lo primero que hacen las nuevas estrellas? Así es, se plasman una sonrisa de Hollywood. Sin embargo, en la mayoría de los casos, una dentadura de color blanco azulado lo que consigue es ahuyentar a los fanáticos. Si hablamos de las bellezas coronadas, no se proponen el objetivo de blanquear y enderezar al máximo sus dientes. A menudo, los dentistas reales seleccionan el color natural del esmalte e intencionalmente dejan pequeñas irregularidades en la dentición.
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Por ejemplo, tanto la reina Isabel II como la duquesa Kate conservaron una irregularidad de la fila inferior de sus dientes. Además, la intervención de los dentistas es visible a simple vista. Gracias a esto, toda la imagen se ve atractiva y natural, a pesar de que la sonrisa es imperfecta.
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Código de vestimenta real
Además, las damas coronadas evitan los detalles pegadizos, prefiriendo la moderación y la pulcritud. Además, un hábito de la monarquía prohíbe a las bellezas pintarse las uñas con colores llamativos, vestirse con atuendos reveladores y maquillarse de forma brillante. Suena como un mal sueño de instadiva, ¡admítelo!
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