¿Cuántas veces has observado diferentes ceremonias, donde participan grandes estrellas? De seguro, has visto como se comportan, con sus pasos majestuosos, lo bien que salen en las fotos. ¡Al final, resulta que este éxito no es exclusivamente suyo!
¡Como sombras, los siguen sus asistentes personales, que constantemente están corrigiendo a las estrellas, mostrándoles dónde pararse y qué decir – y todo por el bien de la perfección! Pero lo más interesante es que las celebridades, a menudo, no valoran su labor y, con frecuencia, ven a sus ayudantes como simples servidores. Los últimos, a su vez, en ocasiones, tienen que soportar todo tipo de tonterías.
La ex asistente de Lady Gaga, Jennifer O’Neill, por ejemplo, trató de demandar el pago de las horas extras que tuvo que servir a la estrella: «Estaba con ella las 24 horas del día, 7 días a la semana, e incluso me he tumbado en la cama con ella, porque tiene miedo de dormir sola. Sólo quiero que me reembolse el costo de mi tiempo», – alega Jennifer.
La asistente de Naomi Campbell decidió alejarse de ella, debido a las velas perfumadas. La supermodelo requería en cada habitación del hotel encender, en un cierto orden, 30 velas con olor a lirios. Y si algo no salía bien, multaba a la asistente con una suma bastante significativa.
Hubo una historia aún más embarazosa. La otra asistente recibió, por parte de Naomi, un golpe con el teléfono en la cabeza. La perreta le salió a la estrella en $ 8 millones de dólares.
Russell Crowe también decidió que proyectar un teléfono en la cara, era la mejor forma de castigar al empleado del hotel, por no darle las llaves de la habitación de su esposa. Bueno, no se aguantó…
George Jacobs, que durante mucho tiempo ha sido el asistente de Frank Sinatra, una vez escribió que en sus deberes diarios estaba incluido el peinado del cabello del jefe. La tarea de George consistía en asegurarse de que nadie se diera cuenta de la cabeza calva de la estrella.
Hillary Duff simplemente le cayó a golpes sobre su asistente porque éste le trajo los tacones louboutin que no eran.
Lindsay Lohan exige que se le saque a cada rato de los aprietos, pero eso no está en la disposición de todos. En pocas palabras, si eres su asistente, debes estar listo para saltar en medio de la noche, para rescatar a su jefa de los problemas.
Christian Bale puede dirigirse de forma muy grosera a su asistente en pleno público, en medio de la calle, sin avergonzarse.
El rapero Kanye West es un claro ejemplo del hombre que saltó de la pobreza a la riqueza. De forma descarada y grosera, se burla de las camareras o las auxiliares del vuelo, indicándoles su posición baja. Lo mismo les toca y a los asistentes.
La asistente de Bruno Mars lleva un pañuelo y, literalmente, le limpia la nariz.
Demi Moore prácticamente le hechó el peso de su vida sobre los hombros de su asistente: esta, literalmente, se cae de agotamiento. Cuando la actriz sufrió un ataque de nervios, la auxiliar tuvo que asumir la función de niñera, permaneciendo a su lado, hasta que la estrella volviera en sí.
Sean Penn obligó a su asistente a llevarle una caja de cigarrillos al bote en el que estaba pescando, justo en el medio de la bahía. Tenía muchos deseos de fumar, ¿y a quién recurrir, si no al asistente?
La ex asistente de Angelina Jolie dice que Angie simplemente no es normal, pero se las arregla para ocultarlo bien. Los detalles no han sido revelados… todavía.
Robbie Williams, incluso, intentó aproximarse a la asistente, por lo que su esposa terminó pidiéndole el divorció.
Pero con Tori Spelling ocurrió todo lo contrario: la asistente, a la que ella trataba muy bien, ha divulgado toda su información personal a la prensa rosa.
Val Kilmer golpeó a su asistente porque este se demoraba demasiado buscando una cosa que el actor le había pedido. ¡Resultó lento, el bribón!
La asistente de Courtney Love demandó a la cantante por obligarla a hacer fraude y acciones poco éticas. Sobre cuáles, de esto la historia calla.
En resumen, ser asistente de una celebridad es un trabajo bastante específico. Se requiere tener un carácter y un aguante extraordinario para soportar todo esto. Después de todo, cuando llegas a conocer a las estrellas más de cerca, resulta que tras una fachada de lujo, a menudo, se esconde una criatura tímida y vulnerable, con infinitamente baja autoestima. Está claro que una limpieza de nariz aquí no será suficiente…
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