Probablemente, muchos de nosotros conocen la siguiente situación. Llegas en coche a un restaurante para cenar con los amigos. Inicialmente, no está en tus planes beber, pero en compañía tan amigable, decides saltarse un trago o dos…
Y luego te enfrentas al dilema: dejar el coche en el restaurante y volver a casa en taxi, o… arriesgarse a ponerse al volante borracho? Lo cierto es que las normas actuales admiten la presencia de una pequeñísima concentración de alcohol en la sangre, mientras que los conductores experimentados conocen el camino a casa como la palma de su mano y tienen plena confianza en sus capacidades.
Pero… lamentablemente las desgracias ocurren, y no con poca frecuencia. Para advertir a sus clientes acerca de las posibles consecuencias de tal infortunio, los propietarios de uno de los clubs nocturnos de California decidieron realizar una publicidad muy inusual.
Cuando algún visitante del club se dirigía al baño y se inclinaba sobre el lavabo, su reflejo en el espejo comienzaba a desvanecerse. ¡En su lugar, aparecía un hombre desconocido que comenzaba a conversar con el visitante!
Seguramente, el primer pensamiento de muchos fue: «Rayos, me emborraché a la mierda!» Pero… el hombre del espejo era absolutamente real, de carne y hueso. Era Chris Caudill, un prisionero, el que hablaba con los visitantes mediante una videoconferencia… ¡directamente desde su celda!, contando la historia de su vida.
En 2010, Chris tenía 26 años. Parecía que delante de él se extendía una vida larga, digna y sin contratiempos. Pero un día, una acción suya truncó todas las expectativas. Chris se puso al volante, estando ebrio, perdió el control y atropelló a un policía. Cuatro hijos pequeños del oficial fallecido se convirtieron en huérfanos, y su esposa — en viuda…
Chris fue condenado a 15 años de prisión. Ahora tiene 32 años y todos los días revive, una y otra vez, ese día tan fatal. «Pienso todo el tiempo en la familia del hombre que murió por mí culpa. Pienso en sus hijos que se quedaron sin un padre, y en los padres que perdieron a su hijo… Sé más inteligente que yo, ¡no repetas mis errores!»
Sí, ¡este impresionante video hará a cualquiera recuperar la sobriedad! Si esta poderosa publicidad social te impresionó igual que a mí, muéstrala, sin dudar, a todos tus amigos en las redes sociales.
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