Es bien conocido que las personas que nacieron con la vocación para enseñar, siempre han inspirado la más auténtica admiración y un profundo respeto en todos que los rodean. Muchos de ellos no cuentan con los medios ni comodidades, pero llevados por este gran amor a la enseñanza, todos los días salen a cumplir su misión.
Quepasada.cc tiene el honor de presentarles a este abnegado profesor que lleva casi 20 años dando clases en la escuela primaria Padinjattemuri, del distrito de Malappuram de Kerala, India. Su nombre es Abdul Malik, y tiene 40 años. Durante los últimos 12 años, este valiente hombre ha arriesgado su vida a diario, para poder llegar a la escuela donde imparte clases.
Su vocación por la profesión va más allá del sentido del deber. Sin ser un atleta, ha demostrado un ímpetu impresionante, para llegar a la escuela cada mañana e impartirles sus conocimientos a sus pequeños alumnos.¡Para llegar al trabajo cada mañana, el profesor debe cruzar 100 metros de un río peligroso, a nado!
Desde el comienzo de su labor como profesor, Abdul Malik ha nadado una distancia equivalente al Canal de la Mancha, quien separa a Francia de Inglaterra.
En cualquier época del año, y con solo la ayuda de un flotador, el profesor atraviesa el río, salvaguardando sus pertenencias dentro de una bolsa de plástico.
Para llegar a tiempo clase y no fallar a sus alumnos que lo esperan pacientemente, Abdul atraviesa los 100 metros que lo separan de la otra orilla del río.
De no utilizar esta vía, cruzando el río a nado, el profesor tendría que realizar un viaje de 3 horas, cambiando 3 veces de autobús y caminando 12 kilómetros, para recorrer en total casi 24 kilómetros de distancia entre su hogar y la escuela. Este es un viaje demasiado largo y agotador para realizarlo todos los días, que además, le obligaría a elegir entre su familia y su profesión.
Sin embargo, el profesor, que de niño siempre jugaba en el río y conoce sus secretos y peligros, no dudó en tomar esta alternativa para llegar a tiempo a la escuela. Abdul se muestra muy orgulloso de haber tomado esta decisión pues, no solo cumple con su deber, también puede hacer ejercicios, llevar una vida saludable y estar en contacto con la naturaleza.
Por su sacrificio, se ha ganado la admiración de sus alumnos, quienes, a menudo, recurren a él en busca de consejo, e incluso le han solicitado que les enseñe a nadar.
«Además de la natación, el señor Abdul también nos aconseja sobre cómo llevar una vida saludable», — comenta un estudiante.
«También trato de educarles el respeto por la naturaleza. En varias ocasiones, he bajado con mis alumnos hasta el río para limpiarlo», — declara Abdul.
¡Su esfuerzo no ha pasado desapercibido! Abdul se ha ganado el respeto de alumnos, padres y compañeros. En el octubre de 2014, obtuvo un reconocimiento a su labor, otorgado por el Comité del Congreso de Distrito y el presidente de la Asamblea.
La actitud de este valeroso profesor ha inspirado a millones de personas en el mundo, quienes han tomado interés en su situación. Se han realizado donaciones para crear un puente o regalarle un bote de fibra de vidrio, con la intención de hacerle más cómodo el viaje, cuando su edad o su estado de salud no le permita realizar esta travesía a nado.
Esta historia es muy conmovedora, pues no todo el mundo es capaz de realizar un sacrificio tan grande en nombre de una profesión, especialmente tan importante como lo es la educación infantil. ¡Este profesor se merece la mayor admiración y el reconocimiento de todos! Comparte con tus amigos esta impresionante historia de valor y lealtad, para que conozcan sobre un profesor que cruza el río diariamente a nado, para llegar a la escuela y enseñarle sus conocimientos a los pequeños.
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