¿Has escuchado la frase «mestizo, pero noble»? Nuestro protagonista de hoy, Cabanga, bien que merece ese título. Esta perra mestiza vivía con una familia filipina ordinaria, rodeada por el amor y el cuidado de sus dueños, pero algo terrible sucedió.
Un conductor, que volaba a una gran velocidad, casi atropella a la hija y a la sobrina del jefe de la familia, pero Cabanga saltó sobre la moto, empujándola a un lado. Su valeroso actuar salvó a las pequeñas, pero le costó la mitad su boca.
Inmediatamente después del incidente, la pobre heroína fue llevada al veterinario, quien les aconsejó a sus dueños la eutanasia, para librarla de un terrible sufrimiento. ¡Pero los dueños de la valiente perra se negaron a renunciar a ella tan fácilmente!
Gracias a la difusión de una campaña de prensa y en la web, recibieron increíbles respuestas de personas interesadas en ayudar. Finalmente, esta heroína de cuatro patas pudo viajar a los Estados Unidos, para recibir tratamiento.
Desafortunadamente, incluso los mejores veterinarios no podían curar, por completo, la lesión de Cabanga, ni devolverle a la perra su mandíbula superior. Eso iba más allá de sus capacidades.
Sin embargo, se propusieron asegurarle un futuro saludable. Bajo una supervisión intensiva, la terrible herida del animal fue curada y sanada. La vida de la perra nunca sería la misma, pero la decisión de la naturaleza fue la de dejarle vivir sin sufrir.
Los veterinarios tomaron la decisión de ayudar a Cabanga con todas sus fuerzas, y fueron capaces de hacerle frente a la situación. Hoy, todos guardan a la pobre chica peluda en sus corazones.
Durante un examen médico completo, los veterinarios descubrieron una terrible noticia: Cabanga tenía cáncer. Por fortuna, los expertos detectaron la enfermedad a tiempo, y de inmediato comenzaron a salvarle la vida…
Cabanga estuvo siete meses en las manos de los médicos veterinarios estadounidenses. Para el final de este período, ya estaba más fuerte y saludable, pese a todos los contratiempos. ¡Gracias a la capacidad de los especialistas, pronto la perra regresaría a casa!
Ahora, la valiente Cabanga está de nuevo en el círculo de su amada familia. ¡Todos adoran a la perra que salvó a las dos niñas de un terrible destino!
Después de una cuota de agitación, la familia tiene una perra bastante recuperada. Sólo el hocico mutilado la asemeja a un bípedo.
Lo más interesante es que, en un principio, la familia había adquirido a Cabanga, para engordarla y comérsela. Pero, las niñas persuadieron a la familia, para dejarla como mascota. ¡Hoy, no se lamentan de esta decisión!
No en vano, la gente dice que el perro es el mejor amigo del hombre. ¡La acción de Cabanga es un vivo ejemplo de este proverbio!
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