La vida de una niña aldeana es muy diferente a la de sus coetáneos de la ciudad. El contacto constante con la naturaleza, la diversidad de la fauna, desde muy temprana edad motivan a los niños rurales a explorar el mundo a su alrededor. Además, en la granja siempre es bueno tener un par de manos extra, así que los niños aprenden muy rápido lo que le llevaría muchísimo tiempo a un ciudadano.
Solo mira a esta niña de tres años de edad. Junto con su madre, ayuda a las ovejas en el parto. A decir verdad, yo esperaba al principio que la pequeñita aguantaría la cabeza de la oveja o, por ejemplo, le daría el agua. Sin embargo, lo que hizo esta niña me ha dejado con la boca abierta. ¡Pocos hombres adultos se atreverían hacer algo similar!
Toma nota cuán rápida y cuidadosa fue la niña, a la hora de sacar al corderito al mundo. Parece tener mucha experiencia en hacerlo. Sin histeria, sin miedo ni asco. Solo podemos asombrarnos de sus acciones.
Al fin y al cabo, todos se quedaron contentos. La madre está orgullosa de su hijita, y la niña está entusiasmada con su éxito. Y lo más importante: ¡el pequeño animal recien nacido – sano y salvo!
Deje su opiñón sobre la publicación