Chloe Dunstan se sentía la mujer más feliz del mundo. Después de todo, ella se estaba preparando para ser madre de trillizos. Las pruebas mostraron la vida que se desarrollaba dentro de ella, 2 niños varones y 1 niña. La pareja Dunstan estaba por los cielos, contando los días hasta que esta feliz ocasión llegara. Todo marchaba bien, pero llegado el séptimo mes de embarazo, se presentaron complicaciones.
Durante una serie de pruebas los médicos detectaron que la vida de la bebé estaba en peligro. Sus hermanos se habían desarrollado más rápidamente, y el espacio para los tres dentro del vientre ya no era suficiente. Los chicos, eventualmente, comenzaron a bloquear el oxígeno que llegaba a su pequeñita hermana. Los médicos le pusieron a Chloe ante una decisión terrible. Sacrificar la vida de la pequeña y dar a luz a dos varones sanos. O tomarse el riesgo y afrontar un parto prematuro en el séptimo mes de embarazo. En el segundo caso, no solo los tres bebes estarían en riesgo, también correría peligro la vida de la propia madre.
Tiempo para pensar era muy breve, debido a que la condición de la pequeña se deterioraba muy rápidamente. Y entonces Chloe decidió a dar un paso desesperado y arriesgado. Ella accedió a realizarse el parto prematuro, para darle una oportunidad de salvación a su pequeña hija.
El nacimiento prematuro es siempre un gran riesgo para los niños. Afortunadamente, el nivel de la medicina moderna le permite salvaguardar a los bebés prematuros en incubadoras. Los varones necesitaron de ventilación mecánica, pero en general, su condición era estable. Pero para poder salvar la vida de la niña, los médicos tuvieron que librar una verdadera batalla.
Al nacer, la bebé presento hemorragia pulmonar, tuvo problemas en el hígado y una enfermedad óseo metabólica. Los médicos temían seriamente por la vida de la pequeña. ¡Pero ellos fueron capaces de crear un verdadero milagro! 11 semanas después, la bebe fue dada de alta de la clínica, ¡absolutamente saludable!
Ahora la familia Dunstan mima a sus adorables trillizos. Los nombres de los muchachos son Henry y Rufo, y la pequeña se llama Pearl, que significa Perla. Para su madre, ella es una verdadera joya.
«Yo podría haber sacrificado la vida de mi pequeña, para tener la seguridad de que los chicos estarían bien, sanos y fuertes. Pero no podía negarle la última oportunidad de salvarse a mi preciosa Perla. Me siento culpable por arriesgar la vida de mis chicos, pero creo que esta decisión estaba más que justificada. Mirando a mi pequeño tesoro, no me imagino mi vida sin ella», — comparte sus experiencias Chloe.
Afortunadamente, la arriesgada pero valiente decisión de Chloe Dunstan fue recompensada plenamente. Y a pesar de todos los nervios y los tormentos, al final todo se resolvió de lo mejor. Si te ha impresionado y conmovido esta historia, asegúrate de compartirla con tus amigos.
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