Las especies en extinción… El dolor irremediable, al observar que, año tras año, se incrementa el número de estas. La destrucción del hábitat, la matanza desconsiderada, el cambio implacable del clima — son solo unas de tantas razones que impactan al entorno viviente de nuestro sufrido planeta.
Después de la triste noticia de la casa del icónico león Cecil en Zimbabue, los conservacionistas quedaron estremecidos por la aterradora noticia de que Nabiré, una de los cinco últimos rinocerontes blancos del norte, que tenía en el momento del suceso 31 años de edad, falleció a finales de julio, al rompérsele un quiste. Así fue anunciado por las autoridades del Zoológico de Dvůr Králové, en la República Checa.
La fatídica muerte de esta rinoceronte deja reducido vivos solo a cuatro rinocerontes blancos del norte: tres hembras y un macho de la subespecie Ceratotherium simum cottoni. Desafortunadamente todos se encuentran solo en cautiverio: dos hembras y el macho — en una reserva en Kenia, y la otra hembra — en el parque Safari de San Diego. El rinoceronte negro que otrora abundara en África occidental, ya se extinguió.
Alrededor de 2000 rinocerontes blancos del norte existían en 1960. Pero lamentablemente, la acción antropófaga del hombre, mediante la casa furtiva y la incesante destrucción del hábitat, contribuyó a la drástica reducción de su población. El valor del cuerno de este animal es muy cotizado en el mercado negro, fomentado por supersticiones que suponen poderes curativos, entre otros (lo cual no pasa de ser un mito). Por suerte, múltiples grupos de conservacionistas se oponen enérgicamente a la casa furtiva.
Han sido muchos los esfuerzos, a lo largo del planeta, para reproducir los rinocerontes en cautiverio, pero estos no han dado resultados. Tambien los especialistas, que laboran en el parque nacional de Kenia, han fracasado en sus intentos de lograr que se reproduzcan de forma natural.
Los científicos hacen inmensos esfuerzos por lograr mantener viva a esta especie, por medio de la fertilización artificial. Albergan la esperanza de que, si se lograra fertilizar un ovulo de un rinoceronte blanco del norte, este pudiera ser trasplantado a una rinoceronte blanca del sur.
Esperemos que estos intentos sean fructíferos y se logre a que esta especie continue con vida. Comparte esta noticia con tus amistades. ¡Conservar la vida y el entorno de nuestro bello planeta es la tarea de todos y cada uno de nosotros!
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