Como dice el famoso refrán, «La belleza requiere sacrificio». En un esfuerzo para lucir espectacular, dandis y damas, a menudo, se enfrentan a una «condena» real, y muchos terminan pagándola con mala salud y hasta con su vida…
Anteriormente, ya habíamos hablado de las víctimas de cirugía plástica. Hoy la edición ¡Qué pasada! te propone conocer las 7 tendencias más peligrosas de la historia de la moda.
Corsés
Prácticamente en todas las épocas, la cintura fina era considerada un estándar de belleza, por lo que no es de extrañar que las mujeres hayan intentado de todo para enfatizar su delgadez. Y si ahora, lo solucionan con la extracción de algunas costillas, antes, las damas modelaban su cintura con ajustados corsés.
El sentido de la proporción y la mesura, a menudo, le fallaba a las mujeres. El uso constante del corsés demasiado apretado, a la larga, causaba la deformación de los órganos internos y, por consiguiente, muchas enfermedades.
Con frecuencia, las portadoras de «cinturas de avispa» se volvían infértiles, además de presentar los problemas respiratorios. Sin embargo, esto lo resolvían no aflojando los corsés, sino usando los frascos de sales especiales.
Polvo blanco
Es ahora que la piel bronceada está de moda, pero en los siglos XVII-XVIII las mujeres, por el contrario, presumían de la piel blanca, buscando enfatizar así sus orígenes aristocráticos.
Para mejorar el efecto, las damas usaban un polvo especial, hecho a base de plomo. Por supuesto, esto conducía a un envenenamiento gradual del cuerpo por este metal pesado. Según una versión, el plomo blanco pudo haber causado la intoxicación y la muerte de Isabel I.
Vestidos verdes
¡Resultaba que, para el portador, era fatal el uso del vestido color verde! Los guardaropas de la era victoriana no podían presumir de una variada paleta de colores, ¡por lo que un novedoso tono verde era un verdadero arrebato de moda! Solo que lograr ese color, solo era posible con el uso de arsénico…
Por supuesto, la mayor interacción con los colorantes tóxicos la tenían los sastres, pero a muchas amantes de la moda también les tocaba. El veneno, con el que se pintaba el vestido, era absorbido por la piel, por lo que usar prolongadamente esta vestimenta, ¡podía provocar una intoxicación grave, o incluso, la muerte!
Manicura fosforescente
A principios del siglo XX, nadie pensaba en los peligros de la radiación de radio. Por el contrario, esta sustancia era considerada útil y formaba parte de muchos productos alimenticios. Por demás, el radio se empleó notoriamente en el campo de la moda.
Esta sustancia radiactiva se usaba en la elaboración de pintura luminosa para los relojes de mano. Las esferas se pintaban a mano, las trabajadoras en las fábricas no se preocupaban en absoluto por su seguridad. ¡Muchas damas se pintaban las uñas con la composición luminosa, e incluso, decoraban sus peinados! Sobra decir que minaron seriamente su salud o le dijeron adiós a la vida…
Crinolinas
Las faldas enormes lucían impresionantes, sin embargo, eran muy incómodas y, a veces, hasta peligrosas. ¡La crinolina presentaba el riesgo… de poder quemarte vivo!
Con el inmenso vestido, era muy fácil de tumbar la vela de sobre la mesa, ¡y sin una ayuda externa, la extinción de un incendió así era muy difícil! Además, se documentó varios casos en los que las mujeres se incendiaron en la calle, al tocar un cigarrillo encendido con el dobladillo de su vestido.
Belladona y bellos ojos
Para lograr una mirada más lánguida, las damas italianas idearon un forma muy excéntrica: dejaban gotear en sus ojos el jugo de una planta venenosa, con el sonoro nombre «Belladona» (bella mujer).
Como resultado, las pupilas se dilataban, y los ojos adquirían un brillo especial. Pero los efectos secundarios no se dejaban esperar: intoxicación aguda, alucinaciones, e incluso, ceguera…
Calcetines rojos
No debes pensar que sólo las mujeres corrían el peligro. Los hombres del pasado también, y muy a menudo, se convertían en víctimas de la moda. ¡Este riesgo se hizo especialmente visible a mediados del siglo XIX, cuando se aficionaron en usar los calcetines de colores brillantes!
Sucede que, por aquellos días, el tinte rojo se preparaba a base de una sustancia especial. Ésta, al entrar en contacto con el sudor, causaba la reacción alcalina, ¡resultante en quemaduras graves! Curiosamente, este colorante actuó de forma muy selectiva, pues afectaba sólo a las personas con alto pH.
Afortunadamente, todos estos atributos peligrosos de la moda hace mucho tiempo se han quedado en el olvido. Sin embargo, en su lugar, aparecen nuevas pasiones malsanas. Lo más importante es recordar que todas las personas en el mundo son hermosas a su manera, y no tiene sentido mutilarse para lograr un ideal de belleza – de turno.
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