Históricamente, el viaje de trabajo de uno de los cónyuges ha servido de excelente «caldo de cultivo» para las anécdotas y los chistes acerca de la infidelidad. Según el clásico del género, todo sucede más o menos así: el marido se va a otra ciudad por el trabajo, su esposa le escribe a su amante, y este se apresura a su cita. Mientras tanto, el cónyuge celoso decide hacer un sorpresivo regreso y retorna de su viaje antes de tiempo. Y aquí comienza…
Pero la vida real no es una anécdota, y aquí todo se desarrolla un poco diferente.
Esta historia sucedió a una mujer que desea permanecer en anonimato. Cuando su marido se fue de viaje, ella decidió invitar a una amiga, para no pasar el fin de semana sola y aburrida.
Pero, de alguna manera, por error, el mensaje con el texto: «Ven, ¡mi marido se marchó en un viaje!» se fue no hacia su amiga Elenita, sino a su propio marido…!
El marido, indignado, llamó en aquel mismo instante.
– ¿A quién, si se puede saber, estás invitando, mientras estoy «de viaje»? – la voz sombría del hombre no lograba contener la rabia.
La mujer le explicó enseguida la situación, el marido le creyó, y la conversación se terminó en una nota positiva.
Por la noche, a la hora indicada, llegó Elenita, la misma, a la que estaba destinado el desdichado sms. Las mujeres encargaron pizza, charlaron, rieron, en fin, estaban pasándola muy bien. De pronto, suena el timbre de la puerta…
En la puerta, está parado Jorge, el amigo y el socio del marido. Dice que había venido por un destornillador, entra en el apartamento, examina todas las habitaciones. Por supuesto, no encuentra nada raro ni criminal.
Las mujeres le ofrecen pizza, él se come un par de trozos, se disculpa y se retira, rápidamente. Del destornillador, por cierto, ni se acuerda…
Y aquí… ¡ay, qué malos somos, jeje! La historia la dejaremos en suspenso…
¿Qué piensas fue lo que sucedió después? Abrimos una especie de concurso a la mejor y más verídica continuación. ¡Anímate! Las versiones, de seguro serán numerosas y amenas, de eso no tengo dudas.
Siempre he escuchado el proverbio «Confía pero verifica», y aunque suene contradictorio, nunca se debe dejarse llevar por solo una información que recibas. Esta siempre debe ser verificada, y no solo por el hecho de que te puedan estar engañado…
Es cierto que hay cosas y casos . Y tú, ¿qué harías en el lugar del marido – confiarías en tu esposa, en las palabras del amigo, o en tu corazón? La situación no es de las simples, que digamos… Escribe lo que piensas, y no olvides preguntar a tus amigos, qué piensan al respecto.
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