Para los pescadores turcos esta mañana era bastante normal, nada diferente de los otros días anteriores. Los hombres no podían siquiera sospechar qué eventos tan increíbles les esperarían en su día de faena. No pasó mucho tiempo, cuando los marineros vislumbraron un cuadro terrible: figuras sin vida flotando entre las olas. Por supuesto, dejar los cuerpos a voluntad del mar sería inhumano. Los hombres se apresuraron en ayuda de los desdichados extraños.
Por desgracia, los pescadores pudieron rescatar del agua solo los cuerpos. El único encontrado con vida en el lugar del naufragio fue un pequeño niño que no sobrepasaba los 2 años. El bebé sufría de hipotermia y, sin dudas, habría muerto, si no hubiera sido por los marineros y su acción rápida y efectiva. ¡Solo gracias al oportuno rescate, el bebe sobrevivió!
La investigación reveló que el pequeño es un nativo de Siria. Toda su familia decidió correr el riesgo y cruzar el mar Egeo en un barco, rumbo a Grecia. Todo indica que los adultos subestimaron el peligro del semejante viaje, y después de enfrentar la furia de la Madre Naturaleza, su barco se hundió. De los 16 pasajeros solamente sobrevivió el bebé, luego rescatado gracias a las acciones hábiles de los pescadores turcos. Esperemos que la suerte no abandone nunca más a ese bebé, y que después de esa salvación milagrosa, encuentre un nuevo hogar con personas que lo amen ¡como a su propio hijo!
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