Para nuestras abuelas y madres que vivieron en la época soviética, había leyes no escritas sobre las tareas domésticas. Estas se extendían a la cocina, la limpieza y, por supuesto, a la lavandería. Una de las más importantes se refería a la ropa de cama. Las sábanas tenían que cambiarse una vez a la semana. Así, el lavado de la ropa blanca era una tarea semanal para cada ama de casa.
¿Con qué frecuencia se debe lavar la ropa de cama?
Recuerdo que mi abuela ponía en remojo los juegos de cama en la bañera antes de lavarlos. E incluso quienes tenían lavadoras podían pasar un día entero haciendo la colada. Sin embargo, cada semana se cambiaban las sábanas, las fundas del edredón y las fundas de las almohadas. Te contamos en este artículo si ha merecido la pena la molestia de tanto cambio de las sábanas.
El lavado de ropa como ritual indispensable
Una cama fresca y limpia se considera uno de los atributos de toda verdadera ama de casa. Por eso, lo primero que hacían nuestras madres cuando esperaban una visita de fuera era preparar un crujiente juego de sábanas.
¿Con qué frecuencia hay que cambiar la ropa de cama?
Incluso ahora que soy ama de casa, me doy cuenta de que cambiar la ropa de cama no es una tarea fácil. Al fin y al cabo, primero hay que quitar la ropa, sacudirla y enviarla a la máquina. Después, tender las sábanas limpias, secarlas, plancharlas y empezar otra vez. ¡Es mucho tiempo! Esta es probablemente la principal razón por la que a la mayoría de la gente no les gusta cambiar las sábanas.
La mayoría piensa que con tomar una ducha antes de dormir (no se puede ir a la cama sin lavarse) entonces ya está resuelto el problema. Pero eso es simplemente un error.
¿Sabías que el ser humano elimina hasta 2g de escamas de piel en un día? Si pasamos un tercio del día en la cama, eso significa que 0,5 g de escamas de piel se depositan en las sábanas. Creo que los ácaros del polvo están muy contentos con esto. Pero nosotros no.
En 2017, una empresa estadounidense de textiles para el hogar realizó una encuesta sobre la frecuencia con la que la gente lavaba sus sábanas. Se descubrió que más del 40% de los estadounidenses lo hacen una o dos veces al mes. Sorprendentemente, ¡casi el 5% de los estadounidenses lavan sus sábanas una o dos veces al año!
Los expertos dicen que hay que lavar la ropa de cama al menos una vez cada dos semanas. Y si sudas mucho, tal vez quieras reducirlo a una vez a la semana. No es necesario esperar a que las prendas se pongan amarillas, o peor.
Para que la ropa de cama no sólo esté limpia, sino también desinfectada, hay que lavarla en agua no más fría de 50 grados centígrados. Pero las reglas de lavado cambian después de una enfermedad. En cuanto te sientas mejor, cambia la ropa de cama de inmediato. En este caso, la temperatura del agua no debe ser inferior a 60 grados.
Lavado de la ropa de cama: efectos sobre la piel
Los dermatólogos señalan que la limpieza de la ropa de cama tiene un impacto directo sobre la piel. Por ejemplo, recomiendan cambiar la funda de la almohada dos veces por semana. Esto ayudará a deshacerse de las erupciones.
La almohada en sí, por cierto, también necesita ser limpiada. Esto es especialmente cierto para las almohadas de plumas. Se recomienda lavar la almohada al menos una vez cada 6 meses. Si por alguna razón no puede lavar la almohada, intente pasar una plancha de vapor sobre la superficie.
Para mantener tu cama limpia durante más tiempo, sigue algunas reglas sencillas:
- Dúchate siempre antes de acostarte.
- Usa pijamas o camisones limpios cada vez que cambies la ropa de cama.
- Mantén a las mascotas fuera de su cama.
- No lleves comida ni bebida a la cama.
- Asegúrate de hacer la cama después de levantarte.
Como puedes ver, las amas de casa soviéticas tenían razón cuando hacían la colada cada semana. Y aunque las amas de casa modernas suelen descuidar esta regla, te recomendamos que tomes ejemplo de nuestras madres y abuelas en este asunto. Recuerda que tu salud depende de ello.
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