Los concursos de belleza infantiles siempre han sido percibidos de forma ambigua por la sociedad. Inocente a primera vista, la competencia suele convertirse en una batalla de feroz rivalidad. Y no son precisamente los niños quienes compiten, sino sus ambiciosos padres. ¿Qué es lo que quieren demostrar a través de sus pequeños hijos?
En 2009 comenzó en Estados Unidos el programa Toddlers & Tiaras, un concurso de belleza para bebés. En el concurso infantil, los concursantes se preparaban como adultos: uñas, pestañas y pelo postizos, maquillaje completo y uso de autobronceador.
La popularidad de las modelos infantiles alcanzó su punto álgido durante este periodo. La madre de Britney Campbell la llevó a una agencia de modelos en su primera infancia. A los 8 años, la niña consiguió participar en decenas de concursos e incluso empezó a ser reconocida en la calle.
Sin embargo, si a los 2-3 años la mayoría de los niños parecen ángeles, con el tiempo se les pasa. Cuanto mayor es el niño, más difícil es ascender. Es necesario tener un aspecto bonito y también algo que destaque entre cientos de niños similares.
Kerry Campbell – la madre de Britney – realmente quería ayudar a su hija a convertirse en una modelo profesional. Así que decidió empezar a aplicarle todas las cosas que normalmente usan las modelos adultas: botox, depilación, autobronceador.
Sin embargo, ni un solo salón aceptó sus intenciones. Nadie estaba dispuesto a someter a semejantes operaciones a una niña de 8 años. Pero su madre no se rindió. Llevaba tiempo trabajando en el sector de la belleza, así que pudo conseguir todo lo necesario para estos procedimientos y hacerlos ella misma en casa.
La mujer inyectaba Botox a su hija cada tres meses. Las inyecciones eran muy dolorosas, Britney lloraba durante y después de los procedimientos. Pero con el tiempo, empezó a acercarse a su madre por su cuenta y a decirle que tenía arrugas y que había que quitárselas.
«No creo que las arrugas sean bonitas en las niñas», declaró la pequeña Britney en una entrevista.
Kerry hizo que su hija de 8 años se depilara absolutamente todas las zonas. Creía que así reduciría considerablemente la cantidad de vello que le crecería en el futuro. «Los concursos de belleza son un mundo duro y los niños son crueles», explica la mujer.
Además, Kerry no entiende por qué otras personas expresan tanta negatividad en su dirección: «Soy una madre estupenda. Y voy a cuidar de mi hija toda mi vida… Y nadie puede decirme que lo estoy haciendo mal. Voy a hacerlo todo como me parezca», la madre de Britney se mantiene firme.
Los servicios sociales se han interesado por esta situación. No hay ninguna ley en EE.UU. que prohíba las inyecciones de Botox en los niños. Es más, hay indicaciones médicas cuando es necesario. Pero Britney no tenía tales indicaciones. En consecuencia, Kerry Campbell fue desposeída de sus derechos maternales.
Está bien que los servicios reaccionaran ante lo que estaba pasando y ayudaran a la niña. Sin embargo, los concursos de belleza infantiles no deberían llegar a estos extremos. Un niño sale más perjudicado que beneficiado en esos espectáculos. ¿Cuál es tu opinión sobre este tema?
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