La falta de ética y de tacto de algunas personas es algo que nunca deja de sorprendernos. Si te casas, enseguida aparecerá alguien que te pregunte: «Oh, ¿Y todavía no tienen hijos?». Si finalmente das a luz un niño, no faltará quien comente: «¿Por qué tan pronto?», «¿Y ya estás pensando en el segundo?», o las tan populares frases: «¿Qué delgada estás, no estarás enferma?», «¿Tienes problemas de salud?», «¿Por qué no tomas, tratas de quedar embarazada, verdad?»…
La lista de estas preguntas tontas, molestas e inoportunas, podría continuar, pues no tiene fin. Pero, no vamos hablar de eso. Hoy, ¡Qué pasada! te contará la historia de una chica con una rara enfermedad, quien recientemente se vio envuelta en una incómoda situación, y en un pleno lugar público.
La americana Jade Hughes, a sus 23 años de edad, ya tuvo la oportunidad de conocer el sabor amargo de la vida. A los 17 años, la joven fue diagnosticada con una grave enfermedad del tracto gastrointestinal. El terrible dolor no la dejaba dormir por las noches, por lo que, para mejorar su calidad de vida, tuvo que someterse a una operación para recortar una parte dañada de su intestino.
Desde entonces, Jade está viviendo con una bolsa de colostomía: un dispositivo especial adherido a su intestino, que recoge los desechos del organismo. «La operación ha cambiado completamente mi vida. A dondequiera que voy, suelo llevar conmigo ropa de repuesto, bolsas y toallitas».
Jade trata de llevar una vida normal, por lo que no se niega algunos pequeños placeres, como nadar en la piscina. En una ocasión, mientras se encontraba en un complejo acuático recreativo, una mujer de 50 años se le acercó y le dijo que se fuera de allí, porque «la bolsa que le sobresale del abdomen, asusta a los niños». «¿Crees que esto es algo normal para una piscina?» – le preguntó sarcásticamente la mujer.
Más aún, la intolerante señora llamó al salvavidas y le pidió que sacara a la chica de la piscina porque con su apariencia incomodaba a los demás.
Afortunadamente, el salvavidas resultó ser un hombre de buen carácter, así que se le acercó a la chica y le dijo que ignorara esos estúpidos comentarios. Pero el daño ya estaba hecho. Jade se sintió incómoda, al nadar en la piscina, y todo gracias a esa insencible mujer.
Por lo general, Jade siempre lleva un traje de baño enterizo, con el fin de no incomodar a nadie, excepto aquel día. «Esta mujer no tiene ni idea de lo que pasé en los últimos 6 años. Afortunadamente, soy feliz con mi cuerpo y mi bolsa. Gracias a ella, puedo disfrutar de la vida y evitar las infecciones. Lo que los demás piensen de mí, no me importa».
Esta valiente chica pronto será sometida a otra importante operación. Le deseamos mucha salud y nos sentimos orgullosos de ella, por sus convicciones y coraje para enfrentar cualquier contratiempo. Comparte este post con tus amigos de las redes sociales, tal vez su ejemplo ayude a muchas personas a superar los obstáculos de la vida.
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