La fertilización in vitro, o FIV, es una novedosa vía de concepción, a veces la única alternativa para muchas familias. Sin embargo, pocas personas conocen qué es lo que sucede con el «resto» de los embriones, una vez que la pareja haya logrado su objetivo. Cuando Luke Timm y su esposa Joni conocieron sobre su destino, decidieron darle a los embriones de «reserva»… ¡una oportunidad de vivir!
La pareja recibió de Alaska un par de embriones y, sin demora, procedieron con la fertilización in vitro. Las posibilidades de éxito para ambos fetos eran escasas, pero Luke y Joni se negaban a darse por vencidos. El padre es un pastor de la iglesia y oraba constantemente por la salud de sus futuros hijos.
¡Por fin, el milagro llegó! Ya sea, gracias a la ayuda divina o al excelente trabajo de los médicos… ¡Lo más importante fue que los embriones quedaron perfectamente implantados en el vientre materno. No obstante, aun les esperaban una sorpresa más: uno de los embriones se había dividido, dando como resultado un embarazo de trillizos. ¡Luke no podía estar más feliz con esta bendición!
Joni transcurrió su embarazo sin ningún tipo de complicaciones y dio a luz a los tres bebés, a su debido tiempo. ¡Ahora la familia Timm tiene seis hijos, y la noticia acerca del maravilloso nacimiento de los trillizos se propagó rápidamente por todo el mundo!
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