La muerte del dueño – es un día terrible en la vida de cualquier perro. Pero para algunas mascotas esta pérdida resulta ser tan impactante que no logran reponerse, por más que intentemos ayudarles. Si el dueño era todo un mundo para su anímalito cuadrúpedo, después de su pérdida, el perro no sabe cómo llenar este vacío y busca mantenerse lo más cerca posible de su amigo fallecido.
Este incidente ocurrió con un pastor alemán, en una de las ciudades serbias. Después de la pérdida de su dueño, este perro se quedó para proteger su tumba, los restos de quien un día lo cuidó, alimentó y le dio todo su amor.
Los trabajadores del cementerio dicen que fiel compañero cada día viene a la tumba, ausentándose solo para buscar comida. Y, al empeorar las condiciones del tiempo, el perro ha creado un pequeño refugio junto a la lápida.
Varias personas de buena fe han intentado, en tantas ocasiones, recoger al perro del cementerio, pero este, con la fuerza de un pastor, se resistía a retirarse y siempre regresaba al lugar de descanso de su amo. Con el tiempo, los trabajadores del cementerio abandonaron los intentos de desalojarlo. El pastor se convirtió en un símbolo de amor, sensibilidad y fidelidad incondicional que solo un perro puede sentir por su dueño.
Es precisamente eso lo que somos para nuestra fiel mascota, somos sus amigos, no dueños, formamos parte de su vida. Sin nosotros, su vida pierde sentido y, ocurra lo que ocurra, él siempre permanecerá a nuestro lado, todos y cada uno de los días de su corta existencia.
Esta increíble historia muestra que no existe mayor lealtad que la que sienten los perros hacia sus dueños. Esperemos que el corazoncito de este pobre perro pronto encuentre la paz que tanto necesita para afrontar su pérdida y que halle a un nuevo dueño que le de amor y cariño merecido. No dejes de compartir con tus amigos esta tan emotiva publicación.
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