Un niño de tres años, nació y creció en los Altos del Golán, territorio disputado entre Siria e Israel. A sus tres años, este muchacho despierto y desarrollado, ya sabe hablar bien y expresar claramente sus pensamientos. Sin embargo, las cosas que contó a su familia, hicieron que sus padres cayeran en estado de shock. Resultó que el niño recuerda su vida pasada. Más aún, también recuerda las circunstancias de la muerte del «guardián» anterior de su alma.
Editorial ¡Qué pasada! te invita a conocer más detalladamente este increíble caso.
El niño fue, a menudo, atormentado por una misma visión que mostraba una horrible pelea finalizada con un hachazo en la cabeza. Los padres, al principio, no le daban mayor importancia a las palabras de su hijo, pero su narración parecía ser una historia tan real que el padre y la madre decidieron compartir esta noticia con el consejo de la aldea.
El relato del niño causó mucha expectación entre los representantes de la etnia drusos israelí que viven en la región. Los drusos creen en la reencarnación del alma. Según sus creencias, marcas de nacimiento indican las circunstancias de la muerte en la vida anterior. El niño nació con una mancha característica, de forma alargada en la cabeza, y este hecho ayudó a los adultos a creer en esta increíble historia.
Queriendo comprobar todo lo dicho por el niño, un grupo de residentes locales liderados por los ancianos, se dirigieron a la aldea señalada por el pequeño. Allí el niño fue capaz de identificar la casa donde vivió en su vida pasada y recordar el nombre del hombre que era dueño de su alma. Sorprendentemente para todos, la persona nombrada realmente vivió en ese lugar y desapareció hacía cuatro años atrás.
El niño también fue capaz de recordar el nombre del asesino y se dirigió directamente a su casa. «Recuerdo como tú me mataste, – dijo el niño al delincuente. – Tuvimos una pelea, y me golpeaste con un hacha». El asesino se puso blanco como el papel, pero se declaró inocente.
Entonces el niño señaló el lugar de la sepultura del cuerpo en un montón de piedras. Realmente ahí, en el lugar, descubrieron los restos de un hombre con una herida en el cráneo. La lesión se hallaba en el mismo lugar donde el niño tenía la marca de nacimiento. En este mismo lugar también encontraron el hacha – el arma homicida.
Ante esa evidencia, el asesino admitió su culpabilidad. Y desde entonces, al niño le cesaron los tormentos de los recuerdos de su vida pasada.
Este hecho fue considerado por muchos científicos como prueba de la transmigración del alma después de la muerte. Y la sorprendente historia se vio reflejada más tarde en el aclamado libro del terapeuta alemán Trutz Hardo «Los niños que vivieron antes: Reencarnación hoy en día».
Esperamos que este hecho te abra nuevos horizontes acerca de nuestras vidas y te haga reflexionar sobre los misterios del Universo. Y no te olvides de compartir esta asombrosa historia con tus amigos, porque los secretos y los misterios a nadie dejan indiferente.
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