Hoy en día, muchos de nosotros reprochamos el bajo nivel de la medicina interna. Después de ver la serie sobre el Dr. House, muchos de nosotros, miramos con cierto desprecio a las clínicas, donde, de entrada y de inmediato, no te hacen una resonancia magnética o no te coloquen sensores de equipos ultra-modernos. Pero, obviando las películas, en la vida real, muchos hospitales de la mayoría de los países del mundo ni siquiera cuentan con el equipamiento básico. No obstante, incluso en tales circunstancias, ahí laboran médicos geniales que salvan muchas vidas, gracias a su talento y trabajo duro.
Quepasada.cc tiene el honor de presentarte a la Dra. Mulualem Gessesse, de Etiopía, que, con rigor profesional y con gran entusiasmo, salva vidas de miles de recién nacidos. Hay que destacar que ella, a pesar de no tiener equipos modernos a su disposición, ayuda a las personas desfavorecidas que no pueden pagar por los servicios médicos.
La vida de Mulualem Gessesse Tesema está llena de dificultades. Nacida en Etiopía, fue testigo de una serie de adversidades que afectaron al país, entre ellos, el hambre y los constantes conflictos militares. A los 14 años, sufrió la muerte de su padre. Por más extraño que parezca, esta fue una oportunidad para que la niña recibiera su educación. Dado que el padre de Mulualem fue un militar, en compensación a la familia por su muerte, la joven tuvo la oportunidad de cursar estudios en la Universidad de Ciencias Médicas en Cuba. Para la chica fue difícil adaptarse al nuevo medio, todo era inusual ahí: la gente, la lengua, la cultura e incluso la cocina… Pero Tesema resistió con honor la prueba, dedicando todo su tiempo al estudio.
Tras su graduación como pediatra-neonatóloga, Mulualem regresó a su tierra natal. El nivel de medicina en Etiopía era deprimente, y para completar, nadie tomaba en serio a la joven especialista. Aquí, su profesión (neonatólogo) se trataba de forma muy escéptica, ya que salvar a los bebés prematuros no se consideraba como una prioridad. Pero nuestra heroína no bajó los brazos y, con redoblado entusiasmo, se puso a realizar su trabajo.
Cuando llegó al hospital donde fue ubicada para laborar, vio que este no disponía absolutamente de ningún equipo para reanimación de los bebés. Pero Mulualem Gessesse Tesema, que desde su infancia mostraba ser muy ingeniosa, comenzó a montar el equipamiento necesario ¡con sus propias manos! Los bebés prematuros, a menudo, no son capaces de respirar por sí mismos, por lo que necesitan de un respirador artificial. Tesema, para salvar la vida de los bebés, logró armar un dispositivo de este tipo, ¡con la ayuda de viejos tanques de oxígeno, sistema de tubos y un recipiente de agua!
Las incubadoras, para mantener a bebés prematuros hasta que alcancen condiciones normales, también hubo que hacerlas con material que había al alcance de la mano. A menudo, fue necesario incursionar en pequeños trucos. Por ejemplo, al no tener posibilidad de ajustar el brillo de la iluminación, decidieron cubrir los ojos de los pequeños, para que el exceso de luz no les irritara.
La Dra. Mulualem Gessesse Tesema trabaja en un hospital público «Ekati 12» de Addis Ababa, por lo que, su salario es bastante modesto. Sin embargo, esto no queda reflejado en absoluto en su calidad de trabajo. De hecho, la Dra. Mulualem con gusto trabaja horas extra, a veces quedándose durante varios días en el trabajo. Más que eso, paga de su salario personal los sueldos de cuatro trabajadoras, que mantienen en estado estéril el local de los recién nacidos.
Gracias a los esfuerzos de la Dra. Mulualem, en solo 20 años la tasa de mortalidad infantil se redujo a la mitad. ¡Las manos profesionales de Gessesse Tesema, llenas de amor, ¡han salvado la vida a más de 6000 niños! A la pregunta sobre sus propios hijos, nuestra heroína responde que ella tiene muchos niños: dos propios y miles de salvados. Y no es para menos, pues trata a todos sus pequeños pacientes sin distinción alguna, cuán si fueran sus propios hijos.
El ejemplo de esta increíble mujer, un verdadero Ángel en Tierra, inspira fe en la humanidad. Gracias a las personas como ella, nuestro mundo se vuelve mejor. Impresiona a tus amigos con su ejemplo, ¡cuéntales acerca de esta maravillosa doctora!
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