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Cómo elegir el salmón

Recientemente, el estilo de vida saludable ha alcanzado la cima de su popularidad. Ahora está de moda hacer ejercicios en el gimnasio y controlar cada gramo de la dieta. Y eso nos parece genial: en lugar de tomar bebidas alcohólicas y fumar en los garajes, ahora los jóvenes intentan saturar el cuerpo con las vitaminas y minerales necesarios para el desarrollo normal de cada día.

Desde que los estilos de vida saludables se generalizaron, ha habido un marcado aumento en la demanda de pescados y mariscos, especialmente del pescado rojo. Esto se debe a su alto contenido de ácidos grasos omega-3, esenciales para el buen funcionamiento del organismo.

Los empresarios emprendedores se dieron cuenta rápidamente de la tendencia y decidieron ganar lo más posible con este producto popular, y crearon granjas especiales donde comenzaron a criar peces rojos. A primera vista, no hay nada de malo en eso, pero si miras bien…

DIFERENCIA ENTRE SALMÓN SALVAJE Y DE CULTIVO

Para ganar lo máximo posible, los agricultores ahorran en piensos y, para evitar epidemias, alimentan a los peces con diversos medicamentos, incluidos antibióticos, que se acumulan gradualmente en la carne. Junto con la carne del salmón de piscifactoría, los antibióticos también terminan por entrar en nuestro organismo.

Esto aumenta aún más la resistencia a los antibióticos en los seres humanos. El salmón salvaje se alimenta de krill, cangrejos y camarones. Estos moluscos contienen el carotenoide astaxantina, que hace que la carne de salmón sea de color rosa pálido. La astaxantina también es un poderoso antioxidante.

Debido al movimiento sin restricciones del salmón del océano, es menos graso y contiene muchas más proteínas que su hermano de granja. Aunque, a pesar de las ventajas de los peces silvestres sobre los peces cultivados, investigaciones recientes han demostrado que el salmón del océano contiene contaminantes orgánicos más persistentes.

Estos incluyen pesticidas, productos farmacéuticos y químicos industriales. Los científicos lo atribuyen a la constante contaminación de los océanos. Una vez en el cuerpo humano, los contaminantes pueden provocar el desarrollo de diabetes tipo 2 y aumentar el riesgo de Alzheimer o síndrome de Parkinson.

Por supuesto, el contenido de sustancias tóxicas nocivas en la carne de los peces de granja depende directamente de la conciencia de los propietarios de la granja: en qué agua vive el salmón y qué tipo de comida come. Puedes distinguir los peces salvajes de los peces de granja por el color: la carne del salmón del océano es de color rosa pálido. También tiene capas de grasa muy estrechas, lo que se debe a un estilo de vida activo.

Esto es lo que debes buscar al comprar un pescado rojo de la familia del salmón. Observa cómo el legendario gravlax se puede hacer en casa.

¡Esperamos que hayas aprendido algo nuevo y útil en este artículo! Escríbenos en los comentarios cómo es que eliges estos alimentos en el mercado, danos un Me Gusta y no olvides compartir el enlace y tu opinión con las amistades de las redes sociales.