Disfrutar del mar, a veces, puede ser extremadamente peligroso, sobre todo si hay niños involucrados. Estos, a menudo, no saben nadar, o están en proceso de aprendizaje, y, dado que les encanta alejarse tanto de la orilla, de ocurrir cualquier cosa, no hay tiempo de pedir ayuda.
Así les sucedió a nuestros protagonistas de hoy. Estos chicos deben de sentirse increíblemente afortunados, por la velocidad de reacción e ingenio de las personas que estaban cerca de ellos, en la playa.
En una playa de la Florida, un grupo de turistas se organizó rápidamente, para formar una cadena humana de 80 personas, con el fin de salvar a una familia que se estaba ahogando…
Roberta, de 34 años de edad, estaba fuera del agua, cuando se dio cuenta de que sus hijos, Esteban y Noah, de 8 y 11 de años respectivamente, estaban muy lejos de la costa. Al escuchar sus gritos, la madre comenzó a pedir ayuda.
El marido, junto a su sobrino, corrió a rescatar a los niños, pero la corriente era tan fuerte, que los arrastró también…
Al ver esto, las personas que estaban en la playa, buscaron y encontraron la manera de ayudar a esta familia, que se encontraba al borde de la muerte.
Un surfista tomó su tabla, y nadó hacia donde se encontraban los chicos. El resto de las personas se agarraron fuertemente de las manos, y comenzaron a caminar en el agua, hasta llegar a donde estaba la familia.
Esta imagen demuestra la valentía de todas esas personas, en el momento del rescate.
Roberta, y su marido Bryan, corrieron a ayudar a sus hijos.
Los niños, Esteban y Noah, fueron arrastrados por la corriente.
Derek y Jessica Simmons, inmediatamente corrieron a ayudar a los pobres chicos.
Algunos de estos improvisados rescatistas no sabían nadar, por lo que se quedaron cerca de la orilla.
Simmons dijo: «No iba a dejar que alguien se ahogara. ¡No en mi presencia!».
Roberta y su marido Bryan, su madre, Bárbara Franz, y su sobrino, que también estuvo a punto de ahogarse.
Al presenciar esta escena, la abuela, de 67 años de edad, tuvo un ataque al corazón.
Ella fue hospitalizada, pero se recuperó pronto, luego de saber que sus nietos se encontraban a salvo.
Roberta perdió el conocimiento durante el rescate, pero Bryan no resultó herido.
Esta increíble historia nos demuestra que, en el mundo, aun existen personas de gran corazón; que aun no se ha perdido el amor, la generosidad, la solidaridad, la valentía, y sobre todo, el deseo de ayudar a los demás. Hay que reconocer el enorme esfuerzo que han realizado estas personas, en situación tan extrema…
Por último, recuerda siempre que hay que tener mucho cuidado con los niños. La mayoría de los accidentes no son tan accidentales… ¿Qué opinas de esta historia? Deja tu comentario, y comparte el enlace con tus amigos.
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