El debate sobre la Sábana Santa de Turín no se desploma, a pesar de los siglos. Para muchos creyentes, esta reliquia constituye una prueba irrefutable de la existencia de Jesucristo, y el milagro de su resurrección. Sin embargo, muchos escépticos creen que la Sábana Santa no es más que una falsificación. ¿Quién estará en lo cierto?
¡Qué pasada! te invita conocer las últimas noticias científicas sobre este tema, que han puesto de fiesta a todos los fieles…
El público descubrió la existencia de la Sábana Santa de Turín solo en el siglo XIV. La primera información sobre esta reliquia cristiana data de 1350, cuando era propiedad del caballero francés Geoffroy de Charny, quien participara en las cruzadas.
100 años después, la nieta del caballero, Margarite de Charny, le vendió la mortaja a una familia noble de Saboya. En 1578, la misma fue llevada a la ciudad de Turín. Sólo en 1983, después de la muerte del último rey de Italia, Umberto II, la túnica entró en posesión de la Iglesia Católica.
Las dudas sobre la autenticidad de la Sábana Santa de Turín se iniciaron hace más de 600 años. En 1389, el obispo Pierre d’Arcis le informó al Papa que la Iglesia se estaba beneficiando de un sudario, pintado de manera ingeniosa.
Es de destacar que la Iglesia Católica no reconoce que la cubierta sea auténtica, pero sí considera que esta es un importante recordatorio de la pasión de Cristo.
Esta no es la primera vez que el sudario se somete a un análisis científico. Ya en 1988, tres laboratorios independientes llevaron a cabo estudios, que han demostrado que esta sábana, con la huella de un hombre, data del período comprendido entre los años 1260 y 1390.
Parecería que estos resultados solo consiguen desacreditar el mito de la autenticidad de la Sábana Santa. Sin embargo, una reciente investigación, llevada a cabo por el profesor Giulio Fanti, ha demostrado que esto podría no ser del todo cierto. ¡Sus resultados sugieren que la huella se hizo hace unos 2000 años, es decir, en el tiempo de Jesucristo!
Para explicar por qué los resultados anteriores decían otra cosa, el profesor afirma que todo se debe a que, en algún momento, la Sábana Santa fue dañada por el fuego, y posteriormente cocinada en aceite de girasol, para limpiar el hollín…
Otra prueba, que confirma la autenticidad de la Sábana Santa de Turín, nos viene de la mano de una investigación científica estadounidense, llevada a cabo hace dos años. El análisis químico demostró que el tejido contiene una alta concentración de creatinina y ferritina, sustancias que se producen en el cuerpo, sólo cuando una persona está experimentando un sufrimiento insoportable.
Sin embargo, estos estudios no dan respuesta a la pregunta principal: ¿Esta es la mortaja que cubrió el cuerpo del Cristo Salvador? Además, existe otra serie de factores, que indican que la huella corporal humana sobre la cubierta no es del todo exacta. Por ejemplo, la parte delantera y las «huellas dactilares» traseras no se corresponden con el tamaño.
Parece que el debate sobre la autenticidad de la Sábana Santa de Turín nunca se acabará, porque ninguna de las partes tiene un caso fuerte para persuadir a sus oponentes. ¿Qué opinas de esto? Comenta, y comparte con tus amigos estas interesantes noticias…
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