Nuestro cerebro nunca descansa. Aun cuando realizamos alguna actividad como hablar por teléfono o participar de una reunión de trabajo, una parte de nuestro cerebro se queda activa constantemente, muy ocupada de otras funciones, sin que nos demos cuenta de ello.
Sorprendentes formas y dibujos que surgen y se crean guiados por nuestras manos, pueden revelarnos la parte más oculta de nuestra personalidad. No lo vas a creer, pero nuestra creatividad es capaz de expresar los secretos y deseos, ocultos incluso para nosotros mismos, que podrían explicar el porqué de nuestro comportamiento diario.
Quepasada.cc ha preparado para tí un artículo donde aprenderás qué significan esas sorprendentes formas creadas por nuestro subconsciente artístico.
Figuras de personitas
En ocasiones, cuando tendemos a dibujar figuritas pequeñas de personas, es posible que nuestro subconsciente nos esté alertando que nos sentimos tentados a escapar de alguna de nuestras obligaciones, o que deseamos que cuiden de nosotros. Si dibujamos una figura básica, con forma de bolitas o palitos, puede ser que nos sentimos deprimidos e introvertidos, y queremos aislarnos del mundo y de las personas que nos rodean.
La firma que dibujamos por doquier
A veces tendamos a plasmar nuestra firma en cada sitio libre del que dispongamos. Este es un rasgo común en personas de carácter fuerte y llamativo, en ocasiones egocéntricas. Nuestro subconsciente tiende a realizar estos trazos cuando nos sentimos poco interesados en nuestro alrededor, cuando una conversación no nos resulta interesante, y nos concentramos en nosotros mismos y en nuestros pensamientos.
Figuras geométricas vs carácter
Si dibujamos figuritas como cuadrados, rombos, triángulos y demás, es un posible indicador de que nos sentimos seguros de nosotros mismos, con nuestras metas bien definidas y trazadas, y que queremos transmitir ese estado de ánimo al mundo, expresando nuestras opiniones a todo aquel que desee escuchar. También puede ser indicador de que poseemos un carácter obstinado e insistente. Si por el contrario, somos personas de carácter sosegado y prudente, nuestro subconsciente nos pide a gritos una actitud más liberal ante la vida.
Dibujando círculos y bolitas
En ocasiones nos sentimos que estamos fuera de lugar o que no encontramos nuestro sitio en el mundo, faltos de atención o simplemente solos. Entonces nuestro subconsciente se revela reproduciendo figuras en forma de circulitos y bolitas, agrupándolas con diferentes patrones, evocando grupos sociales de los que quisiéramos formar parte – para disfrutar de amistad y compañía.
Nos identificamos con los animales
A veces las emociones que sentimos en un momento dado, quedan reflejadas en la forma de un animal, y se corresponden con las características básicas del mismo. Si nos sentimos agresivos, desprotegidos o libres, podemos dibujar animales salvajes que sigan este patrón de conducta. Si inconscientemente dibujamos el mismo animal en varias ocasiones, podría ser que nos sentimos identificados con sus rasgos característicos y los queremos imitar en nuestra vida cotidiana.
Esquivando problemas en espirales
Si tendemos a dibujar patrones curvos, es posible que nuestro subconsciente nos esté alertando que vivimos esquivando los problemas tanto propios como ajenos, que no nos preocupan o que no queremos enfrentarlos, siguiendo una conducta cobarde. Podría deberse a un estado emocional de un momento de crisis, pero es necesario prestarle atención para evitar que nuestro comportamiento afecte nuestro entorno social.
Flechas indican el rumbo
En ocasiones nuestro subconsciente evoca símbolos en forma de flechas y vectores, indicando que tenemos bien definido nuestro rumbo en la vida, la dirección que debemos seguir para nuestra satisfacción personal. Si dibujamos la flecha hacia arriba, nuestra vida irá en función del bienestar de las personas que nos rodean; si la orientamos hacia abajo, nuestra vida se mueve en función de nuestro bienestar personal, para cumplir con nuestros sueños y expectativas; si la orientamos hacia la izquierda, significa que nuestra vida está anclada al pasado, impidiéndole avanzar hacia adelante; y si está orientada hacia la derecha significa que evocamos un futuro desconocido pero que nos tienta a avanzar sin mirar atrás.
Estrellitas que llaman
Si inconscientemente, tendemos a dibujar estrellitas por doquier, pudiera ser que deseamos llamar la atención sobre nuestra persona, que nos tomen en cuenta y destacar sobre los demás, brillando como una estrella. Si por el contrario, nuestro dibujo presenta muchos rayos alrededor, diría que nos sentimos tristes y melancólicos y queremos exteriorizar nuestras preocupaciones.
Flores, paisajes y satisfación
A veces la mano deja reflejado nuestro buen humor y satisfacción ante alguna noticia, o simplemente ante la vida, al dibujar pequeños paisajes con flores, nubes y solecitos, reflejando alegría y luminosidad, evidencia de un espíritu sano y feliz.
Cruces y el sentimiento de la culpa
Si llenamos un área de crucecitas, es probable que nos sintamos responsables por haber causado algún perjuicio a alguien, la culpa nos atormenta y no sabemos cómo resolver la situación, por lo que nuestro subconsciente se revela de esta forma.
Dibujando casitas y cajas
Si nuestro carácter se basa en un sistema ordenado y objetivo, y seguimos este patrón en la vida diaria, nuestros inconscientes dibujos revelarán formas con marcada simetría como casitas, cuadrados y cubos, evidenciando que no hay nada que nos aparte de nuestras metas.
Cuadros de ajedréz
Si hemos transitado por situaciones infructuosas que han puesto a prueba nuestro dominio y control de la situación, los dibujos como este, serán como evidencia de la búsqueda de una solución y la seguridad de que seguimos en la dirección correcta para resolver cualquier problema que se presente.
Panales de abejas
Si nuestro subconsciente evoca imágenes con forma de panales de abejas, significa que buscamos la estabilidad de un hogar, y la laboriosidad de nuestra parte está para preservar la armonía y orden de todo lo que nos rodea.
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