No me considero hipócrita o fanático, pero desde niño me perturbada el hecho de que las duchas en la piscina no tienen puertas. No es que me daba vergüenza, pero si te desnudaras, por ejemplo, en medio de la playa, te llamarían loco, ¡pero bañarse desnudo delante de extraños, incluso de tu propio sexo, es normal!
De hecho, la falta de puertas y persianas en duchas públicas no es algo casual. Hoy en día es una práctica internacional muy común.
Este fenómeno tiene sus raíces en la antigüedad. La falta de privacidad en las cabinas de ducha tiene varias razones. En primer lugar, puramente por razones económicas (reparaciones salen más baratas). En segundo lugar, este hecho contribuye a la higiene y saneamiento. Por otra parte, abiertos espacios anulan la posibilidad de su uso indebido.
Cabinas con persianas o puertas se pueden encontrar sólo en clubs de fitness de primera clase, así como en VIP-vestuarios.
Tal vez, existen algunas otras razones del por qué cabinas de ducha en las piscinas públicas no tienen puertas. Si las conoces, no dejes de compartirlas con nosotros.
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