Todos los niños merecen una infancia feliz. En eso, todos estamos de acuerdo. Por desgracia, son muchos los niños que viven un amargo destino, y no saben, siquiera, lo que es el calor de una familia. Y muchas veces, son sus propios padres los responsables de ello…
Por ejemplo, hace algún tiempo, en la ciudad estadounidense de Detroit, la policía rescató a siete niños, a la vez. ¡El escenario, que fue descubierto casi por casualidad, dejó a los agentes del orden en un estado de shock!
Todo comenzó cuando una vecina del lugar se dio cuenta, de forma accidental, que había algo en la ventana secundaria de un edificios en ruinas. Al fijarse mejor, descubrió a un niño pequeño, que además vestía muy ligero en pleno invierno… Asustada, la mujer llamó, enseguida, a la policía.
Ante la sospecha de que el edificio abandonado estuviera habitado por intrusos, los policías hicieron una incursión. Lo que descubrieron los dejó horrorizados…
Dentro de la casa en ruinas no hallaron drogas. ¡En su lugar, encontraron a siete niños, de solo unos meses a nueve años!
Por muebles, la casa solo contaba con un par de colchones irregulares, en la que dormían los niños. El piso estaba cubierto con trapos rasgados, juguetes rotos y otros escombros.
Sin embargo, en medio de toda esta basura, la policía también encontró algunas pistolas. Además, en la despensa se descubrió el cadáver de un perro.
Apenas entendieron la situación, los guardias llevaron inmediatamente a los niños a un hospital. Déjame recordarte: los niños vivían en una casa sin agua ni calor, y la época del año era bastante fría. Afortunadamente, los niños se recuperaron bien pronto de las secuelas de estas terribles condiciones, sin que su salud se viera seriamente afectada.
Tras algunas investigaciones, se descubrió quién era el padre de estos hijos. Por supuesto, como consecuencia de su conducta para con su descendencia, el hombre terminó en la cárcel, sin derecho a la patria potestad de los menores. Ahora, estos inocentes tendrán la oportunidad de encontrar un mejor hogar.
Es difícil imaginar cómo sería la vida de estos niños en una casa en ruinas, rodeados de armas de fuego por todo el suelo. Afortunadamente, ahora están a salvo, y ojalá el futuro solo les depare cosas buenas y felicidad. Sin embargo, nos queda la pregunta: ¿En qué estaría pensando su padre, para exponerlos a tal ambiente de degradación?
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