Se conoce como Vapeo al hecho de consumir o «fumar» cigarrillos electrónicos. Este popular artilugio, tan familiar ente los adolescentes y jóvenes, consiste en un inhalador compuesto por una boquilla, un atomizador, un vaporizador de líquido y un acumulador o bloque de baterías.
Los productores afirman que estos cigarrillos electrónicos son seguros, y que pueden aplicarse como terapia para quienes desean dejar de fumar. Sin embargo, los especialistas indican que aún queda mucho que investigar, antes de confirmar estas afirmaciones. Por eso, ¡Qué pasada! te propone conocer un poco acerca de los efectos que podría traer el consumo de estos cigarrillos sobre la salud.
Daños del vapeo
«Los vapeadores no fuman, inhalan vapor». Esta es la consigna principal de la creciente generación de fumadores de cigarrillos electrónicos. Los jóvenes le aseguran a su familia que esta actividad no encierra peligro alguno para la salud, y que además, está muy a la moda.
Los vapeadores, así llamados popularmente, crecen como las setas después de la lluvia, y se la pasan constantemente haciendo competencias entre ellos. Primero: compiten por quién logra la nube de vapor, más grande y hermosa. Segundo: se jactan ante ellos por sus habilidades para lograrlo.
En lo referente al daño de estos cigarrillos, ten en cuenta principalmente a la nicotina. Cualquier químico podría decirte que las mezclas en estos cigarrillos hacen más daño que el mismo ingrediente básico. La producción de los cigarrillos normales al menos está supervisada por el estado. Sin embargo: ¿Qué sustancias contienen estos cigarrillos electrónicos? Eso solo lo sabe Dios, y quien los consume, por supuesto…
Los especialistas del Laboratorio Nacional de Lourense, en Berklay, han determinado las sustancias tóxicas que se forman al fumar los cigarrillos electrónicos. Sus estudios también han revelado cómo influyen la temperatura, el tipo y la duración de la explotación del inhalador sobre el nivel de nocividad.
Los investigadores han descubierto que el vapor contiene 31 combinaciones químicas nocivas, incluso el óxido del propileo y glisidol, probablemente cancerígenos.
Los químicos han demostrado que la descomposición térmica del propilenglicol y de la glicerina, que forman parte del líquido evaporado en los cigarrillos, conllevan a la liberación de acroleína y formaldehído, quienes poseen propiedades tóxicas.
La acroleína irrita la membrana mucosa de los ojos y las vías respiratorias, provocando lagrimeo, sin contar sus propiedades mutagénicas, y el formaldehído, además, ejerce influencia sobre el sistema nervioso central.
Todo esto provoca una enfermedad conocida como bronquiolitis crónica, caracterizada por la estrechez de los alveolos pulmonares, que en casos severos es irreversible. Comienza con falta de aire, y con el tiempo conlleva a la tos crónica, de la cual no podrás liberarte…
Muchos países europeos se niegan al consumo de los cigarrillos electrónicos. No obstante, los productores del líquido y los propietarios de los vape-bares promueven este hecho, como un programa anti tabaquismo. Como comprenderás, todo esto es solo cosa de marketing.
Por eso, explícale a tu hijo que la moda viene y va, pero la salud no retorna… Y comparte esta información con tus amigos en las redes sociales.
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