Una pequeña ciudad croata de Zadar está situada en la costa adriática. Al igual que muchas otras ciudades europeas, aparentemente sin brillo, tiene una historia muy rica. Hace más de dos mil años atrás, la gente vivía aquí, así que la ciudad puede presumir de ser más antigua que muchas capitales de otros países. La universidad local, por ejemplo, tiene más de seis siglos de fundada. Este antiguo poblado guarda muchos atractivos para los turistas. Pero hay una atracción que por original atrapa la especial atención de los visitantes. Único en su género, este «órgano de mar», construido hace una década por un genial arquitecto Nikola Bašić, se compone de 35 tubos situados bajo el paseo de escalones de mármol. Las mareas y el vaivén de las olas, interactuando con una compleja estructura de tubos y cavidad resonante, ¡generan una melodía verdaderamente fascinante!
En el mundo solo hay dos lugares similares a la creación de Nikola Bašić, pero este «órgano de mar», por la calidad del sonido, supera a todos los análogos. Por supuesto, a primera vista, esta música se parece más a una cacofonía. Sin embargo, determinada armonía está presente, sin duda alguna. Los lugareños dicen que cuando te acostumbras a la melodía de las olas, se convierte para ti en algo verdaderamente relajante, al igual que un chapoteo regular del agua en el muelle. No vamos a cuestionar las palabras de los croatas, ellos sabrán mejor que nadie, después convivir muchos años al lado de este gran instrumento de viento.
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