A finales de febrero de este año, una residente de Tailandia se ocupaba, como de costumbre, de las tareas del hogar en el patio trasero de su casa.
El primer par de minutos, ella no prestó tanta atención a los extraños sonidos que se escuchaban desde lejos. Pero los sonidos se hicieron más fuertes… Preocupada, la mujer decidió acercarse a la fuente del sonido.
Cerca de la arboleda, ante sus ojos se abrió una imagen impactante…
Ese es el árbol en sí, del cual llegaba el sonido. Al acercarse, la mujer notó algo extraño a sus pies…
La mujer comenzó a cavar en el suelo debajo del árbol y, de repente, a la luz salió… el pie de un niño. Sin demorar ni un minuto, ella llamó a la policía. Enterrado en el suelo, ¡el pequeñín aún estaba vivo! Sin creer lo que veían sus ojos, la mujer observó no menos de una docena de heridas de arma blanca…
Debería ser alguien no humano, para poder hacerle esto a un niño…
Afortunadamente, el bebé fue adoptado por una familia amorosa, y ahora está bien cuidado.
A veces, la crueldad humana ni siquiera es comparable con una agresión animal. ¿Cómo una persona mentalmente equilibrada puede atreverse conscientemente a cometer tal crimen? Cuesta creer que personas capaces de ello puedan vivir entre nosotros… Tales acciones no deberían quedar impunes. Si está de acuerdo, comparte este artículo con tus amigos a través de las redes sociales.
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