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Niño con la mordida espantosa

Sus compañeros de clase, por 12 años, se burlaron del «Conejo». ¡Así es como luce hoy!

Todos sabemos que los niños pueden ser muy brutales y crueles, sobre todo con aquellos que son diferentes de los demás, causándoles muchos sufrimientos a sus víctimas. El pequeño Evan Hill no pudo escapar al bullying, y se convirtió en un paria debido a su terrible mandíbula.

Los dientes frontales de este chico estaban inusualmente dirigidos hacia adelante, ¡al punto de no dejarle cerrar correctamente la boca! Razón por la que sus compañeros le apodaron: «Conejo». Los padres de Evan, por muchos tiempo han buscado frenéticamente una salida a esta situación. ¡Por suerte, hace poco, la familia Hill recibió un rayito de esperanza!

Al no tener el dinero suficiente para pagar una operación médica, Bárbara, la madre del niño, inició una campaña de recaudación de fondos, a través de las redes sociales. Para su sorpresa, de todo el mundo llegaron las donaciones, y los fondos recaudados para Evan superaron, incluso, las expectativas más optimistas.

Durante los siguientes cinco años, el niño asistió cada mes a la consulta de un dentista experimentado. El doctor, sin ningún tipo de disimulo, les informó a los padres del niño, que este caso era el más complejo en su larga carrera. ¡Pero aseguró que podía despejar de forma exitosa la agonía del chico!

Hoy, aquel pequeño paciente, que llegó acomplejado al dentista, se ha convertido en un buen chico, con una confiada sonrisa. La problemática mordida desapareció, como una pesadilla. ¡Gracias a los esfuerzos del doctor, los dientes frontales del chico ahora miden solo 15 milímetros!

El dinero que sobró de la recaudación, la familia lo donó en caridad a otros padres, cuyos niños presentan problemas similares al de su hijo. Tanto el chico como los padres esperan que muchos otros adolescentes puedan contar con los tratamientos, para los cuales no tienen fondos suficientes…

¡Me encanta cuando todo termina bien! Evan está muy contento con su nueva sonrisa, y sus padres están muy agradecidos a todos aquellos que contribuyeron a la felicidad de su hijo. ¡Basta mirar su sonrisa, para darse cuenta cómo cambió su vida! Un ejemplo claro de cooperación, que debería darse más a menudo, ¿no crees?

Comparte el artículo con tus amigos de las redes sociales. Evan y sus «padrinos» lo merecen…

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