Edinora Jiménez, de 59 años, estaba recogiendo naranjas en uno de los bosques de Colombia, cuando escuchó ruidos extraños en las inmediaciones. En un primer momento, a la mujer le parecía estar oyendo débiles maullidos de un gatito en algún lugar cercano. Pero cuando llegó a la fuente del sonido, quedó horrorizada. En un claro del bosque lloraba desconsolada una niña recién nacida.
La mujer envolvió al bebé y comenzó a pedir ayuda. Primero en llegar al lugar fue la policía. La joven oficial Luisa Fernanda Urrea, de 28 años, que había respondido al llamado, recientemente se había convertido en madre. Al escuchar el llanto de la niña hambrienta, sin vacilación alguna, se dispuso a amamantar a la bebé.
Un poco más tarde, llegaron los médicos que no pusieron ninguna objeción a tal acto. Por el contrario, apoyaron plenamente las acciones de Luisa. Según los expertos, la niña habría podido morir fácilmente de hambre camino al hospital.
Al parecer, la niña nació un par de horas antes de la llegada de Edinora a la selva, porque todavía conservaba el cordón umbilical. ¡Afortunadamente, ahora su vida está fuera de peligro!
Las autoridades buscan la familia del bebé. La policía está involucrada en la localización de la madre, imagínate dejar a un bebe recién nacido tirado en el bosque. La mujer desconocida es acusada de intento de asesinato. ¡Pero la oportuna intervención de Luisa le salvó la vida a la pequeña. ¡Sin lugar a dudas, fue admirable!
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