La protagonista de la historia de hoy se llama Lindsey Paradiso. Ella tiene 28 años, está casada y vive con su marido Matt en la ciudad de Fredericksburg, en el estado de Virginia, EE. UU.
A finales de 2015, Lindsay quedó embarazada. La pareja estaba encantada con la llegada de su retoño, incluso ya habían elegido el nombre del futuro bebé: Omar. Sin embargo, su alegría duró poco tiempo…
Cuando Lindsay estaba en la semana 18 de gestación, durante un estudio de rutina, los médicos descubrieron algo inusual. ¡En el cuello del bebé no nato crecía rápidamente la inflamación!
Al principio, los médicos se mostraban optimistas, y esperaban que la enfermedad se detuviera por sí sola, para ayudarlo después del nacimiento. ¡Sin embargo, dos semanas después, el tumor se duplicó!
Los médicos admitieron, honestamente, que las posibilidades de supervivencia del bebé no eran mayores del uno por ciento. Por último, aconsejaron interrumpir el embarazo, debido a que no sólo peligraba la vida del niño, sino también la de la madre.
«Después de la semana 27, sería imposible extraer el feto de forma natural. Lo más probable es que tendría que extraerse por partes, y una operación de tan alto riesgo de no es deseable para la mujer», – comentó el médico.
Después de mucha reflexión, Lindsey y Matt tomaron la difícil decisión de interrumpir el embarazo…
Esta situación superó lo permitido por la ley, pues el aborto en Estados Unidos solo está permitido hasta las 14 semanas, como máximo. Interrumpir un embarazo después de este período, solo puede hacerse en muy pocos hospitales, y siempre con una rigurosa prescripción médica. ¡Lindsey se vio obligada a ir a otra ciudad!
El 20 de febrero de 2016, los médicos le administraron a la mujer un medicamento para inducir contracciones prematuras. Esto sucedió en la semana 23ª de embarazo. El corazón de la criatura dejó de latir casi de inmediato, pero los padres tuvieron la oportunidad de sostenerlo en sus brazos y despedirse de él. Dos días más tarde, el bebé fue enterrado. ¡Sin embargo, esta historia no termina aquí!
«Me enfurecí mucho cuando supe que Trump desea privar a las mujeres de esta elección. ¡Todas sus declaraciones sobre la prohibición del aborto carecen de fundamento! ¡Si yo no hubiera terminado mi embarazo a las 23 semanas, nunca habría tenido la oportunidad de sostener a Omar en mis brazos, y decirle adiós!».
Lindsey se unió al grupo de activistas que defienden el derecho de las mujeres al aborto en casos especiales. «Creo que a los funcionarios les será más fácil tomar la decisión correcta, si conocen la historia real de las mujeres. Por supuesto, la prohibición del aborto va a aumentar sus calificaciones, pero… ¿Cuántos destinos no serán destruidos en el camino?» – resumió Paradiso.
Lindsay publicó su historia en Facebook, la cual ha sido compartida por más de 100 000 personas! ¿Tú qué opinas acerca de este delicado tema? Comparte tu opinión en los comentarios, y no olvides mostrársela a tus amigos…
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